En realidad, nosotros no pertenecemos a la escuela Soto en absoluto.
Simplemente, somos budistas. No somos ni siquiera budistas Zen. Si entendemos esto, somos verdaderos budistas.
Caminar, ponerse de pie, sentarse y acostarse son las cuatro actividades o formas de comportamiento en el budismo. El zazén no es una de esas cuatro formas de comportamiento, y según Dogen-zenji, la escuela Soto no es una de las muchas del budismo. Tal vez la escuela Soto china sea una de las muchas escuelas del budismo pero, según Dogen, su camino no era una de las muchas escuelas de budismo. Siendo esto así, es posible preguntarse por qué recalcamos tanto la postura sentada o por qué insistimos en tener maestros. Eso se debe a que el zazén no es simplemente una de las cuatro formas de comportamiento. El zazén es una práctica que incluye innumerables actividades, el zazén es anterior a Buda y continuará por siempre. Por eso no puede compararse esa postura de sentarse con las otras cuatro actividades.
Por lo general, la gente recalca alguna posición especial o cierta comprensión del budismo en particular y piensa «esto es el budismo». Pero no podemos comparar nuestro camino con las prácticas que la gente entiende normalmente. Nuestra enseñanza no puede compararse con otras enseñanzas budistas. Por esta razón debemos tener un maestro que no se apegue a cierta comprensión del budismo en particular. La enseñanza original del Buda incluye a todas las escuelas. Como budistas, nuestro esfuerzo tradicional ha de ser como el del Buda. No debemos apegarnos a ninguna escuela o doctrina en particular. Pero, por lo general, cuando no se tiene un maestro y nos enorgullecemos de nuestra propia comprensión, se nos escapa la característica original de la enseñanza de Buda, que incluye a todas las enseñanzas.
Como Buda fue el fundador de la doctrina, la gente, tentativamente, denominó budismo a esa enseñanza. Pero en realidad el budismo no es una enseñanza en particular. El budismo es simplemente la Verdad, que incluye en sí diversas verdades. La práctica de zazén es aquélla que incluye las diversas actividades de la vida. De modo que en realidad no recalcamos exclusivamente la postura sentada. El modo de sentarse es el modo de actuar. Sentándonos, estudiamos cómo actuar. Ésta es la actividad básica para nosotros. Por eso practicamos el zazén de esta manera. Pero aunque practicamos el zazén, no debemos denominarnos la escuela Zen. Simplemente practicamos el zazén siguiendo el ejemplo de Buda. Por eso lo practicamos. Buda nos enseñó a actuar mediante nuestra práctica y por eso nos sentamos.
Hacer algo, vivir el momento, representa la actividad temporal de Buda. Sentarse de esta manera es ser el Buda mismo, ser como el Buda histórico. Lo mismo puede decirse de todo lo que hacemos. Toda es actividad del Buda. Por lo tanto, sea lo que fuere lo que hagamos o nos abstengamos de hacer, Buda está en esa actividad. Cuando no se comprende a Buda de esa manera, se piensa que lo que se hace es lo más importante, sin saber quién es el que realmente está haciéndolo. Uno piensa que está haciendo muchas cosas, pero, en realidad, es Buda quien lo hace todo. Cada uno de nosotros tiene nombre propio, pero ese nombre es uno de los muchos nombres de Buda. Cada uno de nosotros emprende muchas actividades, pero cada una de ellas es una actividad del Buda. Cuando no entiende esto, la gente suele recalcar alguna actividad en particular. Cuando se recalca el zazén, éste no es verdaderamente zazén. Aunque al parecer se está sentado de la misma manera que el Buda, hay una gran diferencia en la comprensión de nuestra práctica. Esas personas toman la postura de sentarse tan sólo como una de las cuatro posturas básicas del hombre y piensan «ahora tomamos esta postura». Pero el zazén es todas las posturas y cada una de ellas es la postura de Buda. Ésta es la correcta comprensión de la postura de zazén. Cuando se practica de esa manera, eso es budismo. Ésta es una cuestión muy importante.
Así es que Dogen no se llamaba a sí mismo maestro Soto o discípulo Soto. Dogen solía decir: «La gente puede llamarnos la escuela Soto, pero no hay razón para que nosotros mismos nos llamemos Soto». Ninguna escuela debe considerarse una escuela separada. Debe ser simplemente una forma tentativa del budismo. Pero mientras las diversas escuelas no acepten ese modo de ver, y en tanto continúen llamándose por sus nombres particulares, tendremos que aceptar el nombre provisional de Soto. Sin embargo, quiero aclarar esta cuestión. En realidad nosotros no somos la escuela Soto en absoluto. Somos simplemente budistas. Ni siquiera somos budistas Zen. Sencillamente, somos budistas. Cuando entendemos este punto, somos verdaderamente budistas.
La enseñanza de Buda está en todas partes. Hoy está lloviendo. Ésta es la enseñanza de Buda. La gente piensa que su propio camino o que su convicción religiosa es el camino de Buda, sin saber lo que está oyendo, lo que está haciendo o dónde está. La religión no es cierta enseñanza en particular. La religión está en todas partes. Tenemos que entender de esta manera nuestra enseñanza. Debemos olvidar todo lo referente a una enseñanza en particular. No debemos preguntarnos cuál es la buena y cuál, la mala. No ha de haber ninguna enseñanza en particular. La enseñanza está a cada momento, en cada existencia. Ésa es la verdadera enseñanza.