Quiero agradecer la colaboración que me han prestado todas aquellas personas a las que he entrevistado o que me han ayudado en el trabajo de documentación, redacción y revisión. En particular deseo reflejar mi intenso agradecimiento a Carlos Miguel Pujol y a su familia, quienes con tanta cordialidad me acogieron en Caracas. Un reconocimiento que es de justicia hacer extensivo a su hermano Juan Carlos y a su primo Juan Miguel, en Barcelona, que compartió conmigo recuerdos personales de su tío Juan Pujol.
Igualmente quiero reconocer la contribución de Xavier Vinader, cuyo relato del mes que pasó junto a Pujol me resultó de gran utilidad; de José Escoriza, cuya memoria y precisión me permitieron reconstruir la estancia de Pujol en España en 1984; de Jordi Finestra, quien me facilitó diversos documentos; del pintor Felipe Vallejo, que mantiene aún fresco el recuerdo de sus contactos con Pujol en Caracas; de C., por su generosidad y sinceridad al permitirme conocer la biografía de Friedrich Knappe; de Florentino Rodao, que me aportó valiosos datos sobre Alcázar de Velasco y Luis Calvo; de los periodistas Carlos Luis Álvarez y Rafael Fraguas, por sus interesantes aportaciones sobre algunos personajes de este libro; de Carlos Hernández Santander, Juan Fernández Armesto y Felipe Fernández Armesto, por la información facilitada sobre la trayectoria de «Augusto Assía»; de Fernando González Vila, por la descripción del periodo compartido con los Pujol en Venezuela; de Jorge Kreisler, por su disposición a divulgar los logros de su padre, de Juan y María Eugenia Kreisler, y también de María, con quien intercambié opiniones e información. Asimismo deseo dejar constancia del apoyo brindado por los funcionarios de la Embajada de España en Caracas, Eduardo Aguirre y Miguel Sordo, y por el entrañable José María González. Los tres facilitaron mi estancia en Venezuela y me guiaron amablemente durante mi investigación en aquel país.
Por último, pero no menos importante, quiero agradecer la inestimable ayuda y paciencia de mi mujer, y de todos aquellos amigos, especialmente de Laura, Pablo, Ricardo, Alfonso y Luis, cuya capacidad crítica contribuyó a mejorar la redacción del texto.