LIX

Cajones de madera

En la «Zona de Esparcimientos» de la Casa Gubernamental para Retiros Espirituales, Romel Carrasca tomaba pócima y departía con un nutrido grupo de sus más jóvenes pacientes. Ese sitio para descansar y platicar se hallaba en el traspatio, a escasos metros de la playa.

Inesperadamente, de lo profundo, la resaca trajo hasta la orilla varios cajones de madera. Todos (varones y hembras) miraron, asombrados y en actitud interrogativa, al médico.

—Quizá sean los restos de algún barco que haya naufragado —interrumpió el doctor su meditación.

Intranquilo, el más observador del grupo miró hacia atrás y notó que la Casa Gubernamental para Retiros Espirituales ya no estaba. En su lugar captó numerosos cocoteros. Luego, visualmente comprobó que había tantos cajones de madera como cantidad de ellos presentes en la playa.