«Comprar armas para defender a los musulmanes es un deber religioso. Si es cierto que he adquirido esas armas (nucleares), doy gracias a Dios porque me haya permitido hacerlo. Y si estoy intentando comprarlas, no hago más que cumplir con mi deber. Para un musulmán sería pecado no intentar contar con armas capaces de evitar que los infieles causen daño a su pueblo».

OSAMA BIN LADEN,

Afganistán, 1998