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Aiken estaba a solas en su balcón en el Castillo de Cristal, observando a la Kyllikki con sus metasentidos. Aunque era de noche en Goriah, el sol acababa de ponerse en la región del Atlántico justo al norte de las Azores donde la gran goleta avanzaba bajo un buen viento. Sus velas solares resplandecían como bronce a la cálida luz. Navegaba sobre un llameante mar con la estrella vespertina a sus espaldas y la profunda noche como su destino.

Aiken llamó: Elizabeth.

Sí. ¿Cómo estás, querido?

Cultivando mis leoninos atributos. He estado observando a la Kyllikki y bebiendo Laphroaig y atiborrándome de huevos. Hay tres sigmas portátiles completamente cargados y listos para ser colgados alrededor de mi real cuello cuando decida irme a dormir y no puedo evitar el pensar en cómo un rayo de un desintegrador X puede deslizarse a través de esos escudos como una artera serpiente a través de una mosquitera… Supongo que no debes saber dónde se halla Marc.

No. Cuando nos dejó el miércoles después de la curación del bebé no dio ninguna indicación de cuándo regresaría aquí. ¿Quieres que eche un vistazo a Goriah por ti?

Por favor.

… Todo limpio a menos que se haya echado por encima un paraguas mental.

¿Estás segura?

Aiken no puedo buscarlo telepáticamente como lo haría con cualquier persona normal. Una vez emerge a través de las superficies al espacio normal es libre de disfrazar su aura o incluso borrarla de modo que ni siquiera un Gran Maestro pueda rastrearlo. Pero sé que no es capaz todavía de llevar consigo nada grande. Solamente pequeños objetos que pueda meter dentro de su armadura. Evidentemente no un láser a rayos X. Estás seguro de él llevando tus sigmas. Y realmente no creo que intente matarte… todavía.

¿No como su querido hijo Hagen quieres decir? Bien, eso al menos ha quedado arreglado por el momento. De todos modos no va a efectuar ninguna otra incursión sobre esas aeronaves… permitiendo que Basil y los chicos se las arreglen para traerlas de vuelta. Tanto Hagen como Cloud están a mi lado atados cortos hasta nueva orden. Que sigan trabajando en el dispositivo de Guderian con Celo respirando junto a sus cuellos en espera de cualquier falsa maniobra.

¿Cómo está yendo el proyecto?

Bastante bien espero. Han despanzurrado la mitad de los cachivaches de mi almacén de contrabando retirando componentes y materiales.

¿Has vuelto a pensar en lo que regresar al Medio?

En todo lo que puedo pensar por el momento es en enfrentarme a Marc. Quitarme de una vez ese peso de encima.

El será quién elija su propio momento y lugar. A menos que hagas lo que te he sugerido.

¿Encontrarme con él en tu refugio? ¡Ni lo sueñes! Entonces nos tendría a los dos allá donde él quiere.

Tuvo la oportunidad de dominarme cuando se apoderó del control ejecutivo durante la redacción de Brendan. Y me soltó. No creo que comprendas a Marc…

¡! ¿PiensasqueTÚlocomprendes?

Mejor que tú. He trabajado con él y también he efectuado una profunda memorirrevisión de algunos materiales sobre la historia de la Rebelión que estudié hace algún tiempo. Marc es un hombre con su propio y extraño código del honor. Si ha aceptado conferenciar contigo en un terreno neutral actuando yo como monitora no te hará ningún daño.

¡Ja! ¡Yo me lanzaría sobre él sin siquiera parpadear un maldito ojo… con tregua o sin ella!

No no lo harías. No si me hubieras dado tu palabra. Te conozco.

¡Maldita seas mujer! Este asunto de Marc cargando cosas consigo de un lado para otro en sus saltos-D me vuelve realmente loco. Cuando tenga el programa afinado, ¿qué es lo que le impedirá arrastrar consigo a la propia Kyllikki con velas y hombres y todo el equipo hasta el mismo patio del castillo?

Escúchame Aiken. Intenta comprender. Una vez Marc sea capaz de ese tipo de psicotransporte ya no tiene ningún motivo para oponerse a la reapertura de la puerta del tiempo. Quiero reuniros a los dos para asegurarme de que comprendes eso.

¿?… ¿Quieres decir que el Medio ya no será una amenaza para Marc si puede saltar de un lado para otro por todo el planeta… con sus geriátricos villanos y su equipo metido metafóricamente bajo el brazo?

Exacto.

[Excitación.] Mujer puede que tengas razón. [Abatimiento.] Oh-oh. Estamos olvidando un factor de complicación. Esos malditos chicos Rebeldes.

Cualquier resolución deberá tenerlos en cuenta. Marc no quiere dejarles ir.

[Perplejidad. Ira. Potencialidades dicotómicas. Cansancio.]

Lo sé querido. De todos modos no puede hacerse nada inmediatamente. Estaré demasiado ocupada observando la situación en el Monte Rosa y aconsejando a la gente de allá.

¿Crees que los Firvulag de Famorel atacarán mañana, entonces? ¿Cuando los dos equipos de asalto intenten partir para su gran empuje hacia la cima?

Quedan solamente dos días para la Tregua… y la Pequeña Gente de Famorel es mentalmente más tradicional que Sharn y Ayfa. Dejarán de luchar y volverán a casa al amanecer del primero de octubre.

Hoy los vi arrastrándose en torno a la base de la montaña. ¡Maldita sea! ¡Si solamente pudiera hacer algo! Pero a duras penas conseguí parar el golpe del convertidor Béssemer. El desgaste me dejó demasiado derrengado como para volar… aunque Hagen y los suyos no lo saben.

Recuperarás tus fuerzas más rápidamente ahora que la integración de tu personalidad está en marcha. Al final serás más fuerte que antes.

No lo dudo. Si vivo lo suficiente. Pero tengo una sensación extraña… ¿Sabes que ya solamente quedamos dos Verdes?

¿Del Grupo Verde?

Sí. Todos han desaparecido. Excepto nosotros dos. Y ahora el loco Dougal no hace más que hablar de Aslan y su noble sacrificio, y los Tanu de mi Alta Mesa deciden que Marc Remillard es el Adversario que desencadenará la Guerra del Crepúsculo. De modo que entonces solamente quedarás tú.

Aiken querido. Has estado bebiendo demasiado whisky de malta. Eres excesivamente sentimental… y estás equivocado. Stein está vivo.

Lo he estado buscando. Nunca he encontrado su escondite ni su casco con los cuernos.

Estás un poco achispado. Te los mostraré, a él y a Sukey y al pequeño Thor, si me prometes que nunca intentarás entrar en contacto con ellos o interferir de ninguna manera.

¿Tienen un chico…? De acuerdo, lo prometo. Por mi honor como Rey Nonato. ¿Por qué debo arrastrarlos a mis problemas? Pero espera… ¿son felices?

Tan felices como es posible serlo.

[Satisfacción sentimental.] Entonces muéstramelos. Por favor.

Espera. Ahí están. [Imagen: Una isla fluvial media luna una ventana iluminada por una vela el reflejo de los cipreses y los robles y los canelos en la negra agua una casa de troncos un muelle de tingladillo un bote un cercado un plateado jardín un corral de alambre espinoso un techo de bálago una recia chimenea. Un cobertizo de trabajo con la parte frontal descubierta protegida por una cortina de cuentas cristales en las ventanas de la casa un alegre fuego en el hogar un suelo de tablas. UN HOMBRE Y UNA MUJER SOSTENIENDO A UN NIÑO.]

¿Un niño llamado Thor dices? ¿Cuánto tiempo tiene?

Unos dos meses ahora. Es un niño fuerte y encantador.

Sukey tiene buen aspecto. Stein parece… más viejo. ¿Cómo viven?

Él caza y pesca y pone trampas. A veces muy raramente va Garona abajo y navega hasta Rocilan para comerciar. Sukey está empezando a pincharle para que la lleve a ella y al niño pero él se niega por miedo a que ella quiera mudarse más cerca de la ciudad. Más cerca de los Tanu y de otros Humanos que puedan descubrirlo todo.

¿La forma en que Stein ayudó a Felice en Gibraltar? ¿Acaso eso sigue preocupándole?

Lo recuerda. Piensa que fue necesario pero lo recuerda. Sería mucho peor si tú volvieras a aparecer en su vida. Stein debe ser dejado solo como una herida en proceso de curación. Mira. [Imagen: El bebé es colocado en una cuna grita papá él lo toma lo apoya contra su enorme hombro recubierto de ante palmea su pequeña espalda mete expertamente la punta de los dedos en el tarro de la miel el bebé chupa el padre lo abraza su hirsuto rostro sonríe.]

Hace un buen padre.

Tu subconsciente lo pensó así.

… Una cosa extraña y que nunca hubiera anticipado.

El subconsciente utiliza lo que debe utilizar.

¿Y por qué Mayvar como figura materna para mí… y no tú?

Ella era correcta. Tú la amabas a ella y también a él demasiado poder&vulnerabilidad estatura&pequeñez juciomaduro&impulsoinfantil. En ambos. En ti. Su hijo es padre de tu masculinidad. Tú elegiste tus padres y diste a luz por ti mismo.

¡También te quiero a ti!

Fraternalmente. Yo soy la Reina de Hielo ¿recuerdas?

[Risa tranquila. Contemplación de la imagen fundiéndose lentamente.] Curioso. Últimamente no me he sentido interesado en ese tipo de cosas.

Te sentirás. No te preocupes acerca de eso.

¡Ahorro mis energías para los auténticos problemas!… Una buena noticia hoy entre todos los lúgubres asuntos: Hemos localizado a Tony Wayland ese metalúrgico que necesitábamos para el Proyecto Guderian. ¿Lo creerás? ¡El Jefe Burke y sus Inferiores han atrapado al tipo y ofrecen negociarlo con nosotros! Todo lo que desean es un billete de regreso gratis al Medio y un buen trato para los facinerosos de sus compinches. Por supuesto he aceptado. El Jefe irá a Roniah mañana para ultimar los detalles del trato con Kuhal en la sede del Lord de la Ciudad.

Hum. No he estado en contacto con Peo desde antes de la redacción del pequeño Brendan. Es extraño que esté dispuesto a hacer un trato con un compañero Inferior como mercancía.

Tony estaba ansioso de ser vendido río abajo. La alternativa era ser colgado por crímenes capitales y otras fechorías.

Vaya por Dios.

Buenas noches Elizabeth.

Walter Saastamoinen acudió puntualmente a medianoche al puente de la Kyllikki para relevar a Patricia Castellane al timón.

—Todo tranquilo, supongo —observó, echando un vistazo al director de rumbo y revisando las anotaciones de la primera guardia—. Lo estás haciendo muy bien para una aprendiz, Pat. El director de rumbo solamente ha corregido una vez tus maniobras en todas las cuatro horas.

—Es un alivio ser capaz de hacer algo aparte esos miserables ejercicios psíquicos —dijo la mujer—. Mis metafunciones no van a volverse mucho más fuertes flexionando los músculos mentales. Más bien se debilitarán, dada mi formación dirigente. Pero intenta decírselo a Jeff. —Su boca hizo un mohín de resentimiento.

Walter se dirigió al timón, desconectó el autopiloto, y dejó que el alma de la gran goleta penetrara en él. ¡Oh, qué belleza!

—Conducir la Kyllikki es bueno para lo que os aflige a ambos. Me gustaría que pudiéramos pasar de largo. Alterar el rumbo hacia el sur… seguir la costa de África… bordear el cabo de Buena Esperanza y subir hasta el océano Indico para ver el Asia del plioceno. Marc nunca nos ha dejado efectuar exploraciones, después de la tragedia del Antártico. Pero ahora no hay ninguna razón por la que no deba.

Ella estaba preparando café para los dos en el distribuidor automático. Le tendió una jarra a Walter, frunciendo ligeramente el ceño.

—No te comprendo.

—Los polis del Medio no podrán echarnos el guante si Marc tiene éxito con su nuevo asunto del salto-D. —Trasteó con la unidad del analizador atmosférico al lado de la bitácora—. Tal como yo lo entiendo, debería ser capaz de llevarnos a todos extraplanetariamente una vez lo tenga completamente dominado. Podríamos ir hasta donde vaya él. Olvidar el luchar contra los chicos acerca de la puerta del tiempo. Seguro que estarían dispuestos a posponer su apertura hasta después de que nosotros estuviéramos lo suficientemente lejos.

—¿Lo harían? —la voz de Patricia era llana—. Puedo pensar al menos en uno que no.

Walter ignoró aquello.

—No estoy seguro de poder confiar mucho en este pequeño analizador del tiempo —dijo, frunciendo el ceño—. No acaba de definirse. Como si no quisiera comprometerse en nada. Quizá tengamos que pedirle a Marc que efectúe un examen en profundidad del sistema. Si la tormenta cambia de rumbo tal vez nos hallemos en incómodos problemas dentro de un par de días, cosa que podemos evitar con un pequeño cambio de rumbo, si disponemos de los datos apropiados.

Patricia no aceptó el desvío de la conversación.

—Sabes que Hagen odia a Marc. ¡El muchacho tiene intención de lanzar al Magistratum contra su padre! Tendremos que utilizar la fuerza para mantener cerrada esa puerta del tiempo. Ninguna otra cosa bastará. A menos que convenzas a los chicos del peligro que corren, Walter.

—Me gusta navegar siguiendo a la luna, ¿sabes? No ocurre a menudo que los dos rumbos coincidan… pero cuando lo hacen, es mágico.

Ella dejó de un golpe su jarra de café sobre la consola de los mapas.

—¡Hunde tu cabeza en la arena, entonces! Sigue soñando que podemos resolver este terrible embrollo con suaves razonamientos y amables intenciones. Pero Cordelia Warshaw y yo pensamos de otro modo… y no pasará mucho tiempo antes de que Marc tenga que enfrentarse a la realidad.

Walter apretó los labios hasta convertirlos en una dura línea. Miró directamente al frente, ajustando el timón con delicados movimientos.

Patricia dijo:

—Estuve hablando a Jordy acerca de la teleportación de masas externas. Para que Marc pueda transportar objetos situados fuera de su dispositivo CE, tiene que ampliar el campo upsilon generado por su mente. Eso significa elevar la energía de entrada del dispositivo… creando una tensión cada vez más y más grande en su cerebro. No puede hacerlo bruscamente o correrá el riesgo de una sobrecarga. Kramer ni siquiera está seguro de que Marc posea la capacidad de abarcar un área lo suficientemente amplia como para que resulte practicable. Luego están los pasajeros. ¿Necesitarán un equipo de apoyo vital para saltos en la Tierra? Todo lo que tenemos es la unidad de reserva de la armadura CE, tres toneladas más de masa que Marc deberá acarrear. Las comprobaciones tomarán tiempo… Pero me cuesta pensar que Hagen o Aiken Drum retrasen la apertura de la puerta del tiempo mientras Marc resuelve sus problemas de teletransporte.

—Podemos preguntárselo —dijo Walter.

Patricia estaba en la puerta de la timonera.

—Lo haremos. ¡Con los láseres X detrás nuestro, y toda la coerción concertada que podamos reunir! —Luego se fue.

Walter la rastreó brevemente para asegurarse de que se había retirado a su cabina, luego comprobó al resto de sus compañeros en el barco. Todos estaban o dormidos u ocupados con su trabajo… excepto dos. Marc estaba fuera en el salto y Alexis Manion estaba inesperadamente suelto, vagando por la cubierta principal, haciendo de tanto en tanto una pausa para frotar los metales con un paño abrillantador. Se hallaba bajo la influencia del docilizador. Nadie había pensado en enviarlo a la cama, y solamente los magnates poseían el código de mando necesario. Los Grandes Maestros subsidiarios como Walter tenían prohibido interferir con el potencialmente peligroso Manion.

—Pobre diablo —murmuró Walter. La imprecisa silueta desapareció tras la noche en la parte delantera del barco. Durante algún tiempo Walter meditó acerca de Manion, cuyo crimen había sido revelar a los chicos la verdad acerca de sus mayores. Luego fue el momento de hablar telepáticamente con Veikko, y Walter olvidó al especialista en dinámica de campos mientras enviaba su mente hacia el este, hacia los Alpes.

WALTER: Hey, muchacho.

VEIKKO: Estoy aquí, Walter.

WALTER: ¿Cómo van las cosas?

VEIKKO: Uno de los montañeros ha pillado un edema pulmonar y a otro se le han congelado los pies. Pero avanzamos. El campamento 3 ha sido instalado hoy. Los equipos de asalto inician hoy el gran avance. Basil sigue aún en la montaña conduciendo al grupo de apoyo en su descenso, y por derecho el equipo de asalto tiene que aguardar hasta que llegue. Pero esperamos compañía Firvulag, así que están preparando las armas. Basil ha delegado en un médico tibetano llamado Thongsa para que conduzca a los otros seis asaltantes de la cima en un solo grupo hasta que conecten con él ahí arriba. Entonces se escindirán en dos grupos más pequeños tal como estaba planeado originalmente y Basil los conducirá a las aeronaves.

WALTER: Suena como si Basil no hubiera descansado mucho en esta última semana.

VEIKKO: Ha guiado a todos los demás grupos de apoyo. No puedo llegar a creer que el tipo tenga setenta y dos años. Rejuvenecido, por supuesto.

WALTER: Eso lo hace un año más joven que Marc. Y un par de años más viejo que yo.

VEIKKO: Bien, todos sabemos malditamente bien que Marc es inmortal. Pero tú pareces… quiero decir…

WALTER: El tanque regenerador de Ocala es ya un poco obsoleto. No lo he utilizado mucho últimamente. Estoy seguro de que ese Basil es un producto de una tecnología del Medio más sofisticada si es el superhombre montañero que tú dices que es.

VEIKKO: Tiene que ser un lugar soberbio… el Medio, quiero decir.

WALTER: Ya lo verás por ti mismo.

VEIKKO: … Walter, ¿estás seguro de que sigues queriendo intentarlo?

WALTER: Vosotros, muchachos, merecéis tener vuestra oportunidad.

VEIKKO: Oh, Dios. Pero Marc puede matarte.

WALTER: Es posible. Pero puede que se lo piense dos veces. Supongamos que el autopiloto o el director de rumbo se rompen. No es demasiado difícil maniobrar la Kyllikki con buen tiempo. Pero en medio de una tormenta… y es posible que haya una acechando por ahí… esta enorme cuatro palos es una hija de perra para ser manejada manualmente.

VEIKKO: ¡Recuerdo la tormenta en el mar de Ross! ¿Crees estar seguro de que… de que Marc no se atreverá…?

WALTER: Voy a intentarlo, y espero que Marc no me mate cuando lo descubra. Pero lo que tenga que ocurrir ocurrirá. No sé cuándo tendré la oportunidad de hacerlo, pero cuando se presente la aprovecharé. Las cosas están difíciles, pero pensaré en alguna forma de neutralizar esas dificultades.

VEIKKO: Oh, Walter. Oh, papá.

WALTER: Cuidad de que tú e Irena no resultéis muertos por esos condenados enanos o lo que sean. Si te ocurriera algo, no creo que fuera capaz de hacer esto.

VEIKKO: Tenemos el campamento base totalmente atrincherado y estamos armados hasta los dientes. Todo irá bien. Pero tú… cuando…

WALTER: Cuando pueda. No te preocupes. Llámame mañana si es posible. De otro modo, el martes.

VEIKKO: Los Tanu que están con nosotros dicen que los Firvulag se marcharán probablemente cuando empiece su sagrada Tregua, al amanecer del miércoles.

WALTER: Bien… eso es algo. Ve con cuidado, hijo. Alguien viene a la timonera y tengo que dejarte.

VEIKKO: Buena suerte…

Walter conectó el autopiloto y se volvió sonriente.

—Hola, Alex. Entra.

—Soy un trovador errante —canturreó Manion—, hecho de trozos y remiendos. —Empezó a frotar industriosamente los marcos de las portillas con su trapo de pulir.

—Alex, deja eso —dijo Walter en tono imperativo—. Ven aquí y escúchame.

El docilizado hombre bajó obedientemente su trapo y se plantó de pie ante el capitán de la Kyllikki.

—Tú eres el mejor PC de todos nosotros, Alex. Y un coercedor no demasiado malo tampoco. Me pregunto si serías lo suficientemente fuerte como para ir más allá del docilizador. Me pregunto si tu coerción puede anular el dispositivo si yo te proporciono la inspiración necesaria. Escucha, Alex: ¡Sé cómo tú y yo podemos ayudar a los chicos! Necesito tu ayuda. ¿Comprendes?

Una amplia sonrisa se extendió lentamente en el devastado rostro. Manion canturreó suavemente:

¿Estoy solo, nadie me observa? ¡Lo estoy!

¡Entonces déjame decirte que un fraude estético soy!

Walter lo sujetó por los brazos.

—¿Puedes hacerlo? ¿Has estado haciéndolo desde dentro? Sabes que yo no puedo desconectar el docilizador.

Alex canturreó:

¡Este aire de ausencia no es más que apariencia!

¡Esta cínica sonrisa no es más que oculta risa!

¡Este traje casto no es más que erróneo fasto!

—¡Buen chico! Quiero que vengas conmigo abajo a la cala de proa… e inutilices la sofisticada cerradura que puso allí Marc.

Alex susurró:

Con suavidad gatuna sobre nuestra presa avanzaremos;

En silencioso temor nuestro camino escrutaremos…

—Voy a sabotear los láseres X, Alex, para que Marc no pueda utilizarlos contra los chicos. Le quedarán todavía las otras armas, por supuesto. Pero los escudos sigma de los chicos pueden desviarlas. Y hay muchas posibilidades de que nuestro potencial de metaconcierto haya disminuido al mismo tiempo que crece el del Pequeño Rey. Cuando Marc descubra lo que hemos hecho, puede matarnos. Pero te necesita desesperadamente, y nadie puede capitanear esta bañera como yo… así que hay una posibilidad. Y si llegamos a Europa, ¿quién sabe lo que puede ocurrir? Puede que incluso Marc cambie de opinión acerca de utilizar la fuerza contra los chicos si los malditos desintegradores ya no son una opción.

Alex entonó:

Cuando un malvado no se dedica a su villanía

(su villanía)

O madura los planes que ha tramado

(ha tramado),

Su capacidad para la inocente alegría

(alegría)

Es tan grande como la de cualquier hombre honrado.

Con trémula lentitud, un párpado se cerró, luego volvió a abrirse. Alexis Manion, sin lugar a dudas, le había guiñado un ojo.

—Marc está fuera en su salto, y los demás están dormidos u ocupados —dijo Walter—. Hagámoslo ahora mismo, ¿de acuerdo? —Tomó al físico de la mano, y lo condujo fuera de la timonera como a un niño feliz.