Por estar el presente relato situado en un lugar real, descrito en forma más o menos realista, cabe recalcar que los personajes son del todo imaginarios y no guardan relación con ningún ser viviente. También son ficticios el colegio, el hotel y el teatro en que se desarrolla la mayor parte de la acción, y la compañía de repertorio que he pintado no tiene nada que ver con la de Oxford, ni para el caso con la de ningún otro lugar que conozco.
E.C.