JULIO LASA BARRIOLA: Le voy a echar de menos, es difícil dar con un interlocutor que le aguante los rollos a uno, le voy a dar el último y a presentárselo, aquí, Pernando, un zahorí, ¿no se lo cree?, es cuestión de fe, desde luego, pero Pernando vive de localizar aguas subterráneas con la varita, de mágica nada, intuición, lo que sea pero muy sui generis, eso se tiene o no, como el Rh negativo, es idiosincrásico, empezó en su pueblo, en Amézqueta y los del pueblo son sus más fanáticos seguidores, en una campa preciosa está la ermita de San Martín, frente a Txindoki, una sierra impresionante, pues dio con el regato oculto y ahí está la fuente pública, desde hace años aliviando a romeros y excursionistas, orgullo de los amezquetarras, es la intuición, un tercer ojo o un sexto sentido, como le quiera llamar, y la gente de aquí confía en lo extrasensorial, en adivinar a golpe de corazón, tenga en cuenta que el primer congreso de Brujología del mundo se celebró en San Sebastián y no hace tanto, Lizarraga cuando necesita agua para sus instalaciones siempre cuenta con un zahorí para dar con ella, sobre todo confía en Pernando y si le sigue llamando por algo será, el mismo José María tiene algo de magnetismo, a veces tiene aciertos que no se explican sin una percepción extra.
PERNANDO: Bueno, antes me picaba si no se lo creían, pero ya me da igual, si es mi profesión no puedo andar por ahí haciendo exhibiciones, con una tarifa, natural, a tanto la hora de monte y un porcentaje según el volumen que salga, pues sí, es algo que se tiene o no se tiene, de nacimiento, pues con dos varillas de mimbre atadas en V las sientes vibrar en los pulsos, ¿eh?, y zapa, las sientes tirar hacia abajo y a veces ya tiran, depende del volumen y también de la sensibilidad de la persona, yo lo noto en seguida, a veces como un zurriagazo, que no las sujetas, para mí el mimbre lo mejor, tengo otras más finas, más caras, de barba de ballena y una de marfil que me trajo don José María de París o así, pero al mimbre le tengo más costumbre, sí, también para objetos metálicos, pero eso de los tesoros no da para vivir, en un concurso internacional de treinta objetos de toda clase localicé veintinueve, el primero, sí, segundo un irlandés y tercero un valenciano, por Valencia ya le tienen afición y los hay buenos, a Lizarraga jamás le fallé, casualidad, porque si no hay tú no inventas, pero así es, la última con el levante del dos y contra el ingeniero de fuera, un tal Soler, al tío le daba algo nada más verme y después pretendió burlarse pero no pudo, ya advertí yo que haber había pero no suficiente para la refrigeración, ¿cuánta necesita?, porque cantidad no hay por aquí, para beber sí, sacamos dos litros por minuto, yo cumplí y la gente del pozo ya bebe, lo que no puedo es sacar de donde no hay, en el tinto ya lo creo que hay agua, cantidad, el penúltimo chiquito, por más despedida que sea no se puede decir el último, nunca se sabe.
EL RIOJANO: ¿Cómo? ¿Pero no saben la noticia? Se han cargado a Lizarraga.
«… Aparece frente a la cuota inaprehensible de ganancia como una proporción fija, uniforme, tangible y siempre dada, pese a todos los cambios. Si todo el capital se hallase en manos de los capitalistas industriales, no existiría interés ni tipo de interés. Por oposición a éste la ganancia del empresario aparece, pues, ante él como algo independiente de la propiedad del capital, y más bien como resultado de sus funciones de no propietario, de obrero. Va formándose en su cerebro la idea de que su ganancia de empresario, lejos de hallarse en contradicción con el trabajo asalariado y de ser trabajo ajeno no retribuido, representa, por el contrario, su propio salario, un salario de vigilancia, wages of superintendence of labour, un salario de categoría más alta que el del simple obrero asalariado, 1.º por tratarse de un trabajo más complicado, 2.º por ser él mismo quien se paga su propio salario. Pierde completamente de vista que su función como capitalista consiste en producir plusvalía, es decir, trabajo no retribuido, y en producirla además en las condiciones más económicas, ante el hecho antitético de que el capitalista percibe el interés aunque no desempeñe ninguna función como capitalista, simplemente por ser propietario del capital, y de que, por el contrario, la ganancia del empresario corresponde al capitalista en activo aunque no sea propietario del capital con que opera. La forma antagónica de las dos partes en que se divide la ganancia y, por tanto, la plusvalía, hace que se olvide que se trata simplemente de dos partes de la plusvalía, sin que su división altere en lo más mínimo su naturaleza, su origen ni tampoco sus condiciones de existencia…»
—¿Cómo te encuentras?
—¿Cómo quieres que me encuentre?
—Me figuro. No te esfuerces en hablar. Tampoco leas demasiado, no te canses, reposo absoluto.
La muerte es el reposo absoluto y de momento no tengo esa intención, prefiero cansarme con la lectura de mi buen amigo Carlos, si es difícil de por sí con el cráneo trizado más, pero me relaja, a veces es un simple acto mecánico, como aquél de contar segundos, ovejas, muertos, piezas troqueladas, hay que acabar las cosas que se empiezan y acabaré el libro, pocos ciudadanos podrán presumir de haberlo leído íntegro, estoy seguro, ocurre como con el Quijote, pero me adormezco en su compañía y el sueño es dulce, entrecierro los ojos y se me difumina la constante presencia de Libe, pobrecilla, no se ha separado de la cama, vive sobre la butaca, es la primera visión de mis despertares y la que más deseo, su cara cansada, duerme en el sofá convertible, a la vera de mi cama blanca de hierros esmaltados, blanca habitación de blancos visillos, blancas paredes y blancas batas pendientes de mi salud, la del doctor Piñeiro, amigo si los hay de carne y hueso, y me vanaglorio de estar en su clínica, en una de las diez camas privadas que sostengo a perpetuidad para mis empleados por si en alguna urgencia falla el seguro y estoy en ella como si fuera uno de mis propios empleados, igual, y no voceo por ahí mi condición democrática sin trato alguno de favor porque el trato es óptimo y no puede ser mejorado, con Libe junto a mí puede decirse que estoy de vacaciones y nos las tomaremos los dos en cuanto me den de alta, a la orilla del mar, en las Canarias iniciaremos las vacaciones anuales de un año entero y así año tras año los que nos queden por vivir juntos, tripa al sol mejorarán nuestras articulaciones, echaré de menos la lluvia, ahí está, tropezando contra la ventana, las gotas corretean por los cristales, me gusta sentirla, se ha descolgado y ya no parará hasta el verano, en Maspalomas hay un oasis de maravilla, y la vuelta al mundo en un crucero de recreo, demostraré de lo que soy capaz, de vivir, de estar vivo hasta la hora de la muerte y jugaremos a la ruleta en Montecarlo, y haremos un safari fotográfico en Kenia y lo de la aurora boreal en Noruega, y arreglaremos el caserío de Irún, es un bonito lugar, allí descansaremos de nuestros prolongados descansos, que no se me olvide, en el fondo del valle de Oyarzun, hacia Peñas de Aya, hay un terreno ideal, quiero comprarlo y sacar el permiso antes de que lo conviertan en paraíso ecológico y no dejen levantar una nave más, lo haré tras la liquidación definitiva, sé que puedo contar con Abad, lleva las cosas muy bien, me limitaré a supervisar el proyecto, demostraré que tenía razón en mis predicciones y que soy capaz de marchar en vanguardia, será una sorpresa tras el desmantelamiento de Lizarraga S. A. más sorprendente que las vacaciones eternas, sabiéndose organizar hay tiempo para todo, en principio nos bastará con un horno pequeño, un eléctrico de seiscientos kilos, de juguete, la aeronáutica es la punta de lanza futura y necesita de aceros aleados, muy especiales, para rodamientos de aviación y cosas así, muy solicitados de presión, velocidad, carga, si sale pasaremos a su transformación, seremos los primeros en conseguirlo, un trabajo casi de laboratorio, será complicado, la cal ha de ser purísima, pero en cantidad mínima nos La podemos fabricar en un horno de recocido, ya veremos, y aquilatar la fórmula con cucharilla, un poco más de titanio, algo más de cromo, lo que sea, pero saldrá adelante sin royalties de ninguna especie, necesitaremos un técnico, un ingeniero preparado como el Soler, a ser posible guipuzcoano para evitar resabios, con el especialista y la vieja guardia soluciono lo que me echen, es una campa ideal de acceso cómodo, valdrá, la producción nunca será masiva, todo lo contrario de ahora, no haré un reposo absoluto, además, los viajes con tanta ruleta y foto cansan lo suyo, hasta presenciar la primera colada, después tripa al sol, los negocios se pueden atender por teléfono, claro que Oyarzun es un valle paradisíaco y yo sin lluvia me seco, podríamos hacernos allí mismo la casa, una villa no muy lejos, que se pueda ir paseando a la fábrica, las obras sí las atenderé personalmente, no me fío de los destajistas, mira lo que pasó con los del sistema de seguridad, un vistazo de vez en cuando, con pasar una vez al día será suficiente, vale, en cuanto me levante a comprar el terreno, eso habrá que hacer.