NOTA DEL AUTOR

La región del Pantanal, en los estados brasileños de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, es una tierra de gran belleza natural y un lugar fascinante que bien merece una visita. Espero no haberla descrito como un inmenso pantano plagado de peligros, pues no lo es. Se trata, por el contrario, de una joya ecológica que atrae a numerosos turistas, la mayoría de los cuales sobrevive. Yo he estado un par de veces allí y no veo la hora de regresar.

Mi amigo Carl King, un misionero baptista de Campo Grande, me acompañó a las profundidades del Pantanal. Ignoro el grado de exactitud de la información que me facilitó, pero a lo largo de cuatro días nos lo pasamos de maravilla, contando caimanes, fotografiando la fauna salvaje, buscando anacondas, comiendo alubias negras con arroz y narrando historias, todo ello desde una embarcación que en cierto modo se nos fue quedando pequeña… Mil gracias a Carl por esa aventura.

Vaya también mi gratitud a Rick Carter, Gene McDade, Penny Pynkala, Jonathan Hamilton, Fernando Catta-Preta, Bruce Sanford, Marc Smirnoff y Estelle Laurence. Y gracias, como siempre, a David Gernert por haber leído durante largas horas el manuscrito y mejorado el libro.