Qué fue lo que aquí hubo.
Un animal, un rostro, el pecho de una herida.
Para que con su sangre
con luz reguemos el viento de la nada,
la atroz convulsión de unos ojos que,
antes de morir, disparan
sobre el poema.
y sangra la luz, sangra el poema
ya que entre jazmines un animal ha muerto.
He aquí, en la nada
el pecho del poema.