Extracto de Raymond Kayn, biografía no autorizada,

por James Graham

(…) Muchos de ustedes se preguntarán ¿cómo un judío sin nombre, que vivió de la caridad durante su infancia, consiguió levantar tan vasto imperio? Ya ha quedado claro en las páginas anteriores que Kayn no existió ni un segundo antes de diciembre de 1943. Ningún registro de nacimiento, ningún papel avala que sea ciudadano americano. (…)

El período más conocido de su vida arranca con su ingreso en el Massachusetts Institute of Technology y su creciente colección de patentes. Mientras Estados Unidos se entregaba en brazos de los gloriosos sesenta, Kayn reinventaba los circuitos impresos. En cinco años era dueño de su propia empresa. En diez, de medio Silicon Valley.

Pero esto ya lo ha leído usted en la revista Time, al igual que las desgracias que destrozaron su vida como padre y como esposo (…) Tal vez lo que preocupa al ciudadano corriente, a John y Jane Doe, no sea esa invisibilidad, esa falta de transparencia que alguien tan poderoso convierte en un enigma inquietante. Antes o después, alguien deberá levantar ese halo de misterio que rodea a la figura de Kayn…