Las jeringuillas

Cono ancho, cono fino, cono rosca, cono liso, Bic naranja escribe fino.

Desde tiempos del hervido, las jeringuillas han sido el objeto fetiche por excelencia de cualquier enfermera, junto con las agujas. Formadas por un émbolo y un cuerpo tatuado con aletas, bien podrían ser Josef Ajram, estos pequeños objetos que toda buena enfermera maneja con una sola mano, se han hecho un hueco en nuestro corazoncito y en el bolsillo del uniforme.

Pero aunque pueda parecerlo, no hay dos jeringas iguales ni sirven para lo mismo. Hacer el pedido de jeringas al almacén, debe ser algo así como ir a comprar medias: las quiere cristal, mate, de 50 den o de 30, con puntera reforzada o sin ella. Que yo me imagino a mi supervisora, que muy amiga de trabajar no es, diciéndole al del almacén:

—José, mándame una caja de jeringas de 50 cc para las niñas.

—¿Cómo quieres el cono?

—El helado en vasito y para luego, ahora mándame las jeringas.

Así que para no liarnos, os dejo con la clasificación familiar de las jeringuillas: