«Hoy me he ido a la playa y he cogido este bote de arena para ti. Te lo he dejado en tu mesilla de noche. ¿A que es bonito? Tu hermana está muy rara, pero ya sabes cómo es… Ha salido a papá. Y quiero que sepas que estoy muy contenta de que te parezcas a mí… Tú mismo lo dices, y cada vez que lo dices, me tengo que esconder a llorar (de alegría). Por eso hoy quería cogerte este bote de arena, porque sé que un día te irás, te harás mayor —no tengas prisa, que el tiempo es lo único seguro que pasa— y buscarás otros lugares. Será otra orilla, pero tendrás nuestra arena.

Que me tienes. Que te quiero. Que te adoro.

Mamá.

Te Adora».