«Querido Justo. Querido hijo. Hay días en los que mamá a lo mejor no está tan feliz como debiera. Pero sólo es por fuera, por dentro —debes saberlo—, te quiero con toda mi alma. Y también soy feliz de verte. Pero me pasa como a estas notas, que hasta que no las desdoblas no sabes lo que hay escrito. Hoy ha sido un día duro, pero porque estaba cansada. No me lo tengas en cuenta, ni tampoco busques culpables. Será el calendario, que no me gusta que pase el tiempo y ver que te haces tan alto… No podía irme a la cama sin decírtelo, que mañana ya será otro día, que te quiero.

Todo irá bien.

Te Adora, mamá».