CAPÍTULO 4

Encantamientos para el crecimiento y el potencial

En el capítulo anterior presentamos lo que nosotros denominamos el metamodelo de terapia. Este metamodelo se basa en las intuiciones que tiene cada hablante nativo de un idioma. Sin embargo, la terminología que hemos adoptado puede resultarles poco familiar. En este capítulo presentaremos material que les permitirá familiarizarse con la terminología y el modo de aplicación específica del metamodelo. Al igual que con cualquier instrumento nuevo, para llegar a ser competente en su uso se requiere que inicialmente se le preste especial atención. Si una persona logra sensibilizarse a estos procesos podrá identificar la estructura de la comunicación verbal en el encuentro terapéutico, y con ello agudizar sus propias intuiciones.

Los fenómenos lingüísticas que presentaremos y que ustedes podrán reconocer y modificar, son los tres procesos específicos universales, mediante los cuales se lleva a cabo el proceso de modelaje humano. A medida que vayamos introduciendo cada uno de los fenómenos lingüísticos específicos, iremos identificando cuál de los procesos —generalización, eliminación o distorsión— es el proceso involucrado en la formación del modelo del mundo que tiene el cliente. Se trata de llegar a reconocer y conseguir que el cliente en terapia se comunique enteramente por medio de oraciones bien formadas. Usted, como hablante nativo del español, podrá determinar cuáles oraciones están bien formadas en español; los ejemplos que siguen a continuación están diseñados para agudizar su habilidad, para detectar qué es lo bien formado en terapia, vale decir, un subconjunto de oraciones bien formadas en español y que son aceptables como modo de comunicación en el contexto terapéutico. Presentaremos el material en dos etapas: primero, reconocimiento de lo bien formado en terapia y luego, procedimientos a seguir una vez que se ha reconocido una oración mal formada.