EL PERFORMATIVO PERDIDO [39]

Hemos notado que en el encuentro terapéutico es característico que los clientes hagan afirmaciones en forma de generalizaciones sobre el mundo en sí mismo, las que incluyen juicios que reconocemos como verídicos para su modelo particular del mundo. Por ejemplo, el cliente dice:

(222) Es malo herir los sentimientos de los demás.

Esta frase la entendemos como una afirmación sobre el modelo del mundo del cliente, en particular, como una regla para sí mismo. Nótese que la forma de estructura de superficie que usa el cliente sugiere que es verdadera la generalización sobre el mundo en sí mismo; la estructura de superficie no se relativiza al cliente. No hay ninguna indicación, en la estructura de superficie, que demuestre que el cliente se da cuenta que la afirmación hecha es válida para su modelo particular; no hay ninguna indicación de que el cliente reconozca que puede haber otras posibilidades. Traducimos, entonces, esta frase en la estructura de superficie:

(223) Yo te digo que es malo para mi herir los sentimientos de los demás.

Dentro del modelo transformacional, los lingüistas han presentado un análisis que demuestra que todas las estructuras de superficie derivan de una estructura profunda, la cual tiene una oración de la forma (véase Ross, 1970).

(224) Yo te digo que S.

Donde S es la estructura de superficie. Esta frase superior se llama «performativa» y es, en la mayoría de los casos, eliminada por una transformación llamada eliminación performativa hacia la estructura de superficie. Nótese que con este análisis la estructura profunda identifica explícitamente al hablante como la fuente de la generalización sobre el mundo; en otras palabras, la oración que aparece como estructura de superficie, como una generalización sobre el mundo, está representada en la estructura profunda como una generalización del modelo del mundo del hablante. El objetivo de esto no es que el cliente presente cada estructura de superficie precedida de una performativa, sino entrenar a los terapeutas a reconocer que las generalizaciones que presenta el cliente sobre el mundo, son generalizaciones sobre su modelo del mundo. Una vez reconocidas, el terapeuta puede objetar estas generalizaciones de tal forma que el cliente llegue a verlas como algo verdadero dentro de su sistema de creencias en un momento específico. Ya que estas generalizaciones son sobre sus creencias y no sobre el mundo, el terapeuta puede ayudar al cliente a desarrollar otras posibles opciones dentro de su modelo. Esto es particularmente importante en los casos en que la generalización reduce las alternativas de experiencias del cliente. Típicamente, esto está asociado con áreas del modelo del cliente en las cuales él experimenta sufrimiento y tiene opciones limitadas, las cuales no considera satisfactorias. Hay una serie de palabras claves que hemos considerado útiles para identificar estructuras de superficie de este tipo. Ellas son: bueno, malo, loco, enfermo, correcto, bien, mal, mal nacidas, antipatriotas (como en: Hay sólo una forma…), (verdadero, falso…). Estas son sólo algunas de las palabras claves para identificar estructuras de superficie de este tipo. La característica que identifica este tipo de estructuras de superficie es que forman una generalización sobre el mundo; no son relativas al hablante. Lingüísticamente, toda la huella de las performativas han sido suprimidas.