VISIÓN GENERAL

Hemos presentado las partes del modelo transformacional que resultan relevantes a nuestros fines. Vistas en conjunto, constituyen una representación del proceso que atraviesan los seres humanos para representar su experiencia y para comunicarla. Cuando los individuos desean comunicar su representación, su experiencia del mundo, forman una representación utilizando su lengua completa de dicha experiencia, que se denomina la estructura profunda. Al hablar, los seres humanos realizan una serie de opciones (transformaciones) sobre la forma en que van a comunicar su experiencia. Estas opciones, por lo general, no son seleccionadas en forma consciente.

La estructura de una oración puede ser concebida como el resultado de una serie de opciones sintácticas realizadas en el momento en que es generada. El hablante codifica el significado y construye sus oraciones eligiendo determinados rasgos sintácticos, a partir de un conjunto limitado.

(T. Winograd, Understanding Natural Language, p. 16, en Cognitive Psychology, Vol. 3, no 1, Jan., 1972)

Sin embargo, nuestra conducta al hacer estas opciones es regulada, es decir, es gobernada por reglas. El proceso por el cual se realiza esta serie de elecciones (la derivación) se traduce en la estructura de superficie, que es una oración o secuencia de palabras que reconocemos como un grupo de palabras bien formado en nuestro idioma. Esta estructura superficial en sí misma puede ser considerada la representación lingüística de la representación completa, que es la estructura profunda. Las transformaciones modifican la estructura de la estructura profunda, ya sea suprimiendo o cambiando el orden de las palabras pero no modifican su significado semántico. En forma gráfica el proceso en su totalidad puede visualizarse así:

El modelo de este proceso es un modelo de lo que hacemos cuando representamos y comunicamos nuestro modelo —un modelo de un modelo—, es decir, un metamodelo. Este metamodelo representa nuestras intuiciones acerca de nuestra propia experiencia. Por ejemplo, nuestra intuición de la sinonimia —el caso en que dos o más estructuras de superficie tienen el mismo significado semántico, es decir, la misma estructura profunda— se representa como sigue:

Un ejemplo de lo anterior sería:

La sinonimia en el metamodelo significa que la misma estructura profunda está conectada con más de una estructura de superficie.

La ambigüedad es exactamente lo opuesto. La ambigüedad es la intuición que los hablantes nativos utilizan cuando la misma estructura de superficie tiene más de un significado semántico distinto y se representa del siguiente modo:

Un ejemplo específico:

La ambigüedad en el metamodelo ocurre cuando más de una estructura profunda se conecta por medio de transformaciones con la misma estructura de superficie.

La intuición acerca de la buena formación se representa en el metamodelo en que cualquier secuencia de palabras está bien formada en caso que exista una serie de transformaciones (una derivación) que lleve a alguna estructura profunda a expresarse en esa secuencia de palabras: una estructura de superficie. Resulta así, entonces, que el metamodelo es una representación explícita de nuestra conducta inconsciente, gobernada por reglas.