Ahora que estoy en el pecado y en el amor, los testimonios apresuradamente escritos en mi diario sirven para mantener a raya la angustia de la pérdida. Con él vivo al borde del abismo. El terror de que esta experiencia pueda acabarse compite con el terror aún peor de que podría perderse para siempre.
Como él y yo no estamos fusionados, salvo durante el contacto sexual, tengo que estar siempre lidiando con el espacio entre los dos. Nunca se queda más de la cuenta, así se hace de rogar, cultiva un componente erótico de consecuencias poderosas y paradójicas. Por un lado, el elemento de la inestabilidad es sin duda un factor esencial, quizás el factor central, para generar la emoción total de todos y cada uno de los encuentros. El ardor cuya pérdida lamentan las parejas monógamas siempre está presente en nuestro caso. Y sin embargo esta imprevisibilidad también me deja mucho tiempo y espacio para que afloren las inseguridades del amor. Así pues, dudo, cuestiono, me preocupo y acumulo sobre mí humillaciones para las que no hay ni prueba ni refutación alguna. La voz residual de las convenciones siempre intenta minimizar y ridiculizar mi experiencia trascendental. Y no obstante nunca he intentado controlarlo para evitar esa angustia; siempre he sabido que él no es una prolongación mía, sino un ser humano claramente distinto.
Además, soy muy consciente de que si un hombre exhibe demasiadas señales de apego, pierdo el interés, y el sexo se convierte en una obligación. El deseo es excitante, una manifestación del libre albedrío; el apego es el enemigo del libre albedrío. Un Hombre, haciéndose de rogar, ha sido el primero en tenerme en ese delicioso punto donde florezco y sufro a la vez: siempre en estado de deseo, siempre en estado de necesitar más.
Es más fácil querer algo que tenerlo, y muy a menudo cuando consigues lo que querías desde hacía tiempo, estás ocupada con diversos sucedáneos. Con él, querer y tener se combinan, existen de manera simultánea. Es mi fantasía real y a la vez eternamente imposible: un hombre al que puedo respetar.
Dado que vive inmerso en el presente, él no deja rastro. Está aquí cuando está aquí. No está cuando no está. Otros permanecen cuando no están, como un mal olor, aunque nunca hayan estado aquí realmente. Él es el más presente y, en consecuencia, noto su ausencia de manera más nítida y dolorosa.
Rehúye la nostalgia, detecta el sentimentalismo a la legua, y la única prueba concluyente de nuestros encuentros es la implacable dureza de su polla. Desde luego no es algo a lo que una chica puede aferrarse después del acto. Se reserva su vida privada. Yo no conozco a sus amigos y no sé qué hace durante el tiempo que no pasa conmigo. No es un romántico, es un militante del aquí y ahora. Actúa como un hombre sin miedo a la muerte, o al menos gozosamente desafiante. En cambio yo vivo atormentada por mi mortalidad, y por eso escribo y escribo, buscando las pruebas, creando las pruebas de nuestra relación. El dice que no necesita devoción, dice que ni siquiera necesita que lo escuchen. Si no lo oyen la primera vez, lo repetirá. Lo que quiere, dice, es la aventura, el viaje juntos, la oportunidad de dar un salto en el tiempo con alguien.
Un Hombre tiene muchos recursos. Puede colgar un espejo con tacos, limpiar una claraboya, asar un costillar de cordero, posar desnudo en el jardín como una estatua de Rodin y follarme por el culo. Es un hombre de acción, no un pensador, y admite abiertamente que quiere que una mujer sea más lista que él. Nunca he conocido a un hombre tan valiente como para desear eso. Es la seguridad de un hombre que es dueño de su polla y sabe exactamente qué hacer con ella y dónde ponerla. Los pensadores, en mi experiencia, no pueden follar; están demasiado ocupados con el significado y las metáforas, demasiado ocupados eludiendo su herramienta, temerosos de entrar por un agujero sin una salida claramente marcada. Él es un infrapensador, y un superfollador. Un Hombre me deja a mí el significado de las metáforas.
No me ha hecho casi ningún regalo material. Excepto uno. Un paquete de diez blocs de papel pautado. Lo estoy usando ahora. Un tío listo.