Agradecimientos

Natalia Sánchez leyó todo el manuscrito como un favor personal y aportó su punto de vista para mejorar algunos detalles que resultaban enojosos en una lectura fluida. Toni Marchal hizo una crítica constructiva y enormemente lúcida sobre algunos aspectos de la trama. Isabel Mompó leyó el manuscrito con el alma en vilo e hizo unas sugerencias muy valiosas para la mejor terminación de la trama. Otras personas leyeron partes del libro e hicieron comentarios valiosos: Carlos Soler, Guadalupe Traserra, Mari Pau Rosas, Rosa María Martínez y Carlos Mompó. Finalmente, a Jorge Sobral y Amelia por su generosidad a la hora de permitir que aparezcan en el libro, y por la información prestada para narrar el capítulo de Sanjuán en Santiago de Compostela.

Vicente Garrido

A mi madre, por supuesto, que aguantó todos mis berrinches. A Vicente, por su santa e infinita paciencia. A Cris, por sus ánimos. A Beatriz, Xosé y Belén, por los comentarios acertados sobre el libro. A Begoña, por recordarme la existencia del estanque de Eirís en aquella brainstorming de cañas. A Teresa C., por sus fringeapuntes sobre armas y uniformidad. A María José y a Cheche, por la divertida visita nocturna al Cuartel de Lonzas y al Museo de la Policía. A Marcos y Samuel, de Bonus Sport, gracias por el favor aquel. A Juan «Ninja» y la eskrima filipina. A mis compañeros de oficina, rememorando poéticas travesías del desierto. Y por último y de forma especial, al Doctor D. Antón Aparicio y al Doctor Castelo, del C. H. U. A. C.

Nieves Abarca