Cuarta parte:
REDENCIÓN

«Lleno de anhelo elevo mi mirada a una mujer

desde la profunda negrura de la noche;

pero la insidia de Satanás, ¡ay!,

hace que mi corazón palpite siempre para atormentarme.

¿Puedo yo, desdichado,

llamar amor a este sombrío fuego que siento arder aquí dentro?».

El holandés errante

Richard Wagner