VIII

«… Las lagunas parecen estar aquí fuera de su sitio, transplantadas aquí de golpe de alguna región de aguas, no se sabe por qué razón. Los cerros que las rodean muestran la misma aspereza de los campos; las cubre la misma vegetación de monte bajo; vegetación de aliagas, de romeros raquíticos, de mejoranas que descienden por las laderas, que llegan hasta el borde del agua… es un espectáculo raro, sin igual, de una belleza impresionante por su misma singularidad…»

Sebastián Juan Arbó

Las lagunas de Ruidera

LA VANGUARDIA de Barcelona. 11-6-1954

«… En la laguna Blanca vi un espectáculo estremecedor. Un pastor llamaba desde la orilla a una mastina que estaba en la orilla opuesta. El pastor tenía en sus brazos un cachorro. La madre en vez de rodear los dos kilómetros de perímetro de la laguna, se echó al agua…, y dejó que la impulsara su instinto; y llegó nadando…»

V. de la Serna

Nuevo Viaje de España

V