·AGRADECIMIENTOS·

No soy partidario de los agradecimientos en los libros. Considero que aquellos a los que les debo algo por la novela no esperan salir entre sus páginas a modo de recompensa. Por otro lado, cuando tanta gente te apoya y anima, llega un momento que te apetece hacerlo público.

En primer lugar, no sé qué sería de mí sin Yanira. No solo lee todo lo que hago, sino que aguanta mis neuras y me da consejos para enderezar el rumbo. Mi vida tiene un nuevo color a tu lado, y me encanta.

Mucha culpa de este libro es de Soledad, Juana Mary y Raquel, que me sufren, sufrieron y sufrirán durante muchos años. Sois geniales. Prometo daros alegrías de vez en cuando. Del mismo modo, agradecer a Rosa y a los dos Fernandos el cariño y la amistad (y el whisky y las gambas).

A todo el equipo de Off Versátil: Consuelo, Eva, Esther y David, por confiar en mi obra. A Juanjo Boya, que lucha cada libro como propio.

Por supuesto, gracias al trabajo en equipo de mis lectores cero: Álvaro Fuentes, Alejandro Ferreiro, Jesús Cañadas, Aida Albiar, Fernando de la Torre, Fran Ortiz, Pablo Muñoz, Dani Guerra, Sergio Vera, Chema Huerga, María José Moreno y Fernando Martínez Gimeno, que se atrevieron con este (y otros) manuscritos crudos.

Mariano Sánchez Soler y David Mateo fueron determinantes para que me lanzase a la escritura. Sin ellos no habría acabado jamás ningún libro, os lo aseguro.

Destacar las jornadas de novela negra que inundan España: Salamanca, Valencia, Gijón, Barcelona, Getafe, Castellón, Cuenca y mi querida Alicante. Ojalá esta fiesta continúe durante muchos años.

Me dejo gente en el tintero. Sois muchos más los que me habéis apoyado, animado y promocionado durante todos estos años, demasiados para no eternizar estos agradecimientos. Pienso en todo lo que os debo y me mareo. La próxima vez que nos veamos os invito yo a las cervezas. Prometo no escaquearme.

Agradecerle a aquel desconocido al que le di la lata en una feria médica y me explicó todo lo que necesitaba sobre Alcohólicos Anónimos y la gran labor que realizan.

Por último, recordar que en España existen muchas desapariciones no resueltas. Este libro es ficción, pero la realidad es mucho más terrorífica.