Este es uno de mis «paramitos politrópicos», un neologismo no demasiado serio de invención propia que en lenguaje corriente significaría «cuentos paralelos de múltiple significado». Esta altisonante denominación representa a aquellas historias cortas que se hallan más cerca de las películas de los Hermanos Marx y de los Three Stooges que de cualquier otra cosa. Es la clase de novela o ficción que me gusta leer y, a veces, escribir; plagada de absurdos pero también de significado.
La siguiente historia ilustra una de mis más antiguas creencias y pasiones, la de que uno puede encontrar La Verdad únicamente en uno mismo y sin embargo, paradójicamente, también puede encontrarla fuera de uno mismo. Hay códigos a nuestro alrededor y en nuestro interior, códigos que, si se lograsen descifrar, lo Revelarían todo. Tal vez haga falta un chiflado para descifrarlo. Es lo que corresponde.