J. C. en el rancho turístico

Esta es la primera vez que el siguiente relato aparece publicado.

Su génesis se debe a un intercambio de correspondencia que mantuve con Bob Bloch, durante el cual le pregunté si había leído la novela Tom Mix murió por vuestros pecados, de Darryl Ponicsan. Me contestó diciendo que no la había leído y añadió: «Pero tampoco he leído Jesucristo en el Rancho 101».

Bloch es un auténtico manantial de ocurrencias como esta. Lo cierto es que no puede evitarlo, y millones de personas se alegran de ello.

Cuando leí su respuesta, pensé, ¡caray, menudo título para un relato! Decidí escribirle para decírselo y preguntarle si tenía intención de escribir algo basado en dicho título, y que si no era así, yo estaría encantado de hacerlo. Contestó que no y me dio permiso para llevar a cabo mi proyecto.

El resultado está ante ustedes. Cambié el título porque en la actualidad, no demasiados lectores deben haber oído hablar del una vez famoso Rancho 101 o de que Tom Mix hubiera trabajado allí como vaquero. Pero, para reconocer indirectamente la contribución de Bob a la narración, tanto por el título como por la última línea, incluí un personaje llamado Bob Blotch.

En esta historia, la figura de Jesucristo aparece tratada desde un ángulo diferente al que prevalece en la anterior.