AGRADECIMIENTOS

Como siempre, quisiera dar las gracias a mis editores, Susan Morris y Phil Athans. Susan ha estado trabajando codo con codo conmigo durante casi tres años en Espadas del Mar de la Luna, y realmente me ha ayudado a mejorar la calidad narrativa de estos libros.

En enero de 2009, precisamente cuando estaba iniciando el primer borrador de Vengador, hubo en los alrededores de mi casa una gran inundación del Río Blanco. Apareció una cantidad increíble de gente dispuesta a ayudar, absolutos extraños cuyos hogares estaban apartados de la inundación se prestaron a llenar sacos terreros. Equipos de Protección Civil (y muchos otros) ayudaron a achicar el agua de las plantas bajas sin cobrar nada. Un grupo de boy scouts limpió nuestros huertos de los restos de la inundación. Amigos nuestros de la iglesia —especialmente Chris Zabriskie, Joe Hockwalt, Leah Barfoot, Cynthia Schmidt y Brad Beeman— nos ayudaron a recoger todo lo que teníamos en nuestro garaje, repleto de cosas e inundado, para proceder a las reparaciones, y se hicieron cargo durante días de nuestro golden retriever. Jamás me había encontrado entre los afectados de un desastre natural (ni siquiera uno tan pequeño como la inundación del Pacífico) y me llenaron de asombro la energía y el entusiasmo de la gente que simplemente se dejaba llevar por la necesidad de ayudar. ¡Mi más sincero agradecimiento a todos!

Tampoco quiero olvidarme de los dos años y medio de escritura intermitente que se requieren para componer una trilogía como la de Espadas del Mar de la Luna. Para mí, fueron un montón de tarde y fines de semana, y la necesidad de interrumpir algunas vacaciones para quedarme en casa y trabajar sin descanso, y hubo momentos en que pensé que había tocado fondo.

El apoyo y aliento de mi familia y mis amigos me ayudó más de una vez a salir del atolladero. Gracias a todos los que me impulsaron a seguir adelante, en especial a mi siempre paciente y comprensiva esposa. Creo que ahora ya me toca fregar a mí.