Yo malo que obré el pecado,
Merecía haber la paga.
Mis ojos sean malditos
Que su hermosura miraran,
Que a no mirarla ellos
Todo este mal se excusaba.
No miréis, justo señor,
Su pecado; pues la paga
El cuerpo que lo tal hizo
A ella haced librada.
Rom. del rey Rod.