LIBRO IX
Préstame atención y escúchame:
nada cría la tierra más endeble que el hombre
de cuantos seres respiran y caminan por ella.
Mientras prospera y sus rodillas son ágiles,
cree que nunca en el futuro va a recibir desgracias,
que no le acontecerá mal alguno,
pero cuando los felices dioses le otorgan miserias,
tiene el hombre que soportarlas, pase lo que pase, y endurecer su corazón.
Homero