Notas

[1] Michael Bryson, The Tyranny of Heaven: Milton’s Rejection of God as King, Newark/Londres, University of Delaware Press/Associated University Press, 2004, p. 130. <<

[2] Denis Saurat, Milton, Man and Thinker, Londres, J. M. Dent, 1946. <<

[3] Samuel Johnson, The Life of Milton, ed. digital de Jack Lynch, Newark, Rutgers University, p. 225. <<

[4] «La razón de que Milton escribiese encadenado cuando escribió de Ángeles y Dios y en libertad cuando lo hizo del Infierno y los Diablos es que era un verdadero Poeta y del partido del Diablo sin saberlo» (Marriage of Heaven and Hell, lámina 6). <<

[5] The World Turned Upside Down, Nueva York, Viking Press, 1972, p. 403. <<

[6] «En muchos sentidos Paraíso perdido era su tema predestinado y, sin embargo, en cierto modo, lo ponía en una posición falsa, iba en contra de su misma naturaleza. Creyendo como creía, con una intensidad superior a la del hombre común, que nuestra dignidad consiste en una forma de pensar independiente y afanosa, y sintiendo con la misma excepcional intensidad que la esencia de la vida es la lucha y esfuerzo, se ve forzado a deplorar el advenimiento del pensamiento al mundo (pues a ello equivale el tema, ni más ni menos) y a representar el mejor de los estados como esa bienaventuranza amorfa original. Estaba atrapado, en un sentido, por su tema; y de la trampa no había salida posible» (A. J. A. Waldock, «Paradise Lost» and Its Critics, Cambridge, Cambridge University Press, 1966, pp. 22-23). <<

[7] Parece en demasiadas ocasiones como si el esfuerzo desesperado por desenterrar las verdaderas intenciones de Milton al escribir Paraíso perdido (¿lo hizo con ortodoxa piedad?, ¿lo hizo piadosamente pero con una herética intención secreta que destiló a través de su devoción consciente?, ¿lo hizo con heterodoxa militancia?…) hubiera de darnos al final la licencia para leer a Milton de una u otra de las posibles maneras. Pero esa licencia nos la otorga de antemano la naturaleza abierta del texto literario. Por eso, la cuestión que enmascara la búsqueda del verdadero Milton no es, al fin y al cabo, ¿qué creía Milton?, sino ¿cuál es la lectura más fértil de todas, la que mejor nos concilia con el texto, la que ofrece mayores profundidades de visión y reflexión, y conlleva repercusiones más positivas? <<

[8] John Dryden, The State of Innocence and thè Fall of Man, ed. digital de Jack Lynch, Newark, Rutgers University. <<

[9] Cf., por ejemplo, D. Loewenstein: «Las fuerzas de Satán […] combaten en el Cielo al estilo épico. Aunque no afrontan el riesgo de la mortalidad humana, como los antiguos guerreros griegos, sus valores marciales e ideología heroica son, sin embargo, homéricos en amplia medida […] Milton asocia a Satán y a su ejército con esta marcialidad épica sólo para sugerir que sus valores heroicos han quedado anticuados» (Milton: Paradise Lost, pp. 102-103). <<

[10] Cf. Dennis Danielson (ed.), The Cambridge Companion to Milton, Cambridge, Cambridge University Press, 1999, p. 113. <<

[11] Ídem, ibídem. <<

[12] Aurobindo Ghose, The Future Poetry, Pondicherry, Sri Aurobindo Ashram, 1985, p. 81. La reflexión de Ghose, uno de los mayores filósofos y poetas indios de todos los tiempos, resulta especialmente interesante porque él mismo es autor de un extenso poema épico en pentámetros poco conocido todavía en Occidente. Savitri, con sus cerca de 24.000 versos frente a los 10.565 del Paraíso perdido, apunta como este último a una visión trascendente de la realidad pero partiendo, no de un mito y doctrina prestablecidos, sino de la experiencia mística del autor, cuyos alcance y profundidad son comparables cuando menos a la de nuestro san Juan de la Cruz. <<

[13] «Libro V», vv. 857-862. <<

[14] Láminas 5-6. <<

[15] W. Blake, Prosa escogida, ed. de Bel Atreides, Barcelona, DVD Ediciones, 2002, p. 28. <<

[16] «Como entidad moral, el Diablo de Milton es muy superior a su Dios, del mismo modo que alguien que persevera en un propósito tenido por excelente a pesar de la adversidad y la tortura lo es a otro que, en la fría seguridad de un triunfo indubitable, inflige la más espantosa venganza a su rival; y ello no con el fin desacertado de hacerle arrepentirse de su enemistad, sino con el objetivo declarado de exasperarlo e inducirlo a merecer nuevos tormentos» (cf. «Defensa de la poesía», en Ensayos escogidos, Barcelona, DVD Ediciones, 2001, pp. 123-124). <<

[17] Recuérdese que el libro que desempeña la función formativa más importante de la consciencia del Engendro es precisamente Paraíso perdido: «Lo leí […] como historia verídica. Excitó cada emoción de pasmo y sobrecogimiento que el cuadro de un Dios omnipotente luchando contra sus criaturas es capaz de excitar. A menudo referí a mí mismo las diversas situaciones, sorprendido por su similitud conmigo. Como Adán, yo, aparentemente, no me hallaba unido por vínculo alguno a ningún otro ser existente; pero su estado era muy diferente del mío en todos los aspectos […] Muchas veces consideré a Satán un emblema más adecuado de mi condición; pues a menudo, al igual que él, cuando veía la dicha de mis protectores, la amarga hiel de la envidia se alzaba dentro de mí» (Mary Shelley, Frankenstein, ed. de M. K. Joseph, Oxford, Oxford University Press, 1980, p. 129. <<

[18] Idem, ibídem, p. 130 (las cursivas son del original). <<

[19] «Libro III», vv. 93-117, pp. 161-163. <<

[20] «Libro V», v. 573. <<

[21] Cf. «Libro V», vv. 486-490; «Libro VI», vv. 41-43; «Libro IX», vv. 351-352; «Libro IX», w. 654; «Libro XII», vv. 84-85, etc. <<

[22] Cf. Lewis W. Spitz, The Protestant Reformation, St. Louis, Concordia Publishing House, 1985, p. 2.08. <<

[23] Cf., por ejemplo, «Libro V», vv. 735-737, «Libro VIII», vv. 75-80 y «Libro XII», vv. 59-62. <<

[24] Cf., por ejemplo, N. Frye, 'The Return of Eden, Toronto, University of Toronto Press, 1965 y C. S. Lewis, A Preface to «Paradise Lost», Oxford, Oxford University Press, 1961. <<

[25] A. J. A. Waldock, «Paradise Lost» and Its Critics, Cambridge, Cambridge University Press, 1966, pp. 91-92. <<

[26] «Libro IV», vv. 810-819. <<

[27] Michael Bryson, op. cit., p. 69. <<

[28] Helen Darbishire (ed.), The Early Lives of Milton, Londres, Constable and Company, 1932, p. 13. <<

[29] Richard Bradford, The Complete Critical Guide to John Milton, Londres, Routledge, 2001, p. 49. <<

[30] John Milton, The Reason for Church Government, 1642. <<

[31] Tenure of Kings and Magistrates, publicado el 13 de febrero de 1649 pero escrito mientras tenía lugar el juicio contra el monarca. El subtítulo del tratado es, ya de por sí, bastante elocuente: «Como Prueba de que es Lícito, y se ha considerado así en todas las Eras, para cualquiera que detente el Poder, pedir cuentas a un Tirano, o a un Rey infame, y tras debido examen deponerlo o ejecutarlo, si el MAGISTRADO ordinario ha omitido o se ha negado a hacerlo. Y de que esos que últimamente tanto critican el Derrocamiento, son los Hombres que lo hicieron con anterioridad». <<

[32] «El verso», en Paraíso perdido, p. 43. <<

[33] «Libro VII», v. 31. <<

[34] «Libro I», vv. 25-26. <<

[35] Michael Bryson, op. cit. Sea como sea, la interpretación de Michael Bryson, que sigue de cerca a William Empson (Milton’s God, Londres, Chatto and Windus, 1961), es quizá la más fértil y comprehensiva de cuantas se han propuesto hasta ahora; desde luego, es la más penetrante de las que ha leído este comentarista. <<

[36] M. Bryson, op. cit., pp. 12 y 18. <<

[37] «Right reason» «Libro VI», v. 42. <<

[38] Como evocadoramente lo representa Blake en la lámina 15 de su Milton. <<

[39] «Libro III», v. 341 y «Libro VI», v. 732. <<

[40] «Libro III», vv. 339-340. <<

[41] Bryson (cf. op. cit., cap. 4) aprecia una evolución en la figura del Hijo desde su primera aparición en el «Libro III» de Paraíso perdido hasta el final del poema. Debo reconocer que ésta es la parte que me parece más cuestionable de su argumento. <<

[42] Segunda edición aumentada y revisada por el autor, Londres, S. Simmons, 1674. El interesado encontrará un facsímil de esta edición, en formato JPG, en http://www.johngeraghty.com/Literature/Texts/Milton/P_Lost_i674/, uno de los proyectos cibernéticos más generosos con el estudioso de la obra de Milton. Por su parte, el Milton Reading Room (http://www.dartmouth.edu/~milton/reading_room/contents/index.shtml), de la prestigiosa Universidad de Darmouth, ofrece una fiel transliteración de la versión de 1674 a partir de copias del manuscrito original. Finalmente, The Online Library of Liberty (http://oll.libertyfund.org/Home3/Book.php?recordID=0307), proporciona al interesado un facsímil del Paraíso perdido según la edición del Rev. H. C. Beeching (Oxford, 1900), que reproduce las ediciones de 1667 y 1674 según la estructura en doce libros de esta última, pero con sus escasos cambios respecto de la versión anterior en notas a pie de página. A efectos de traducción se han tenido en cuenta también las ediciones del Paraíso perdido de Elledge, Campbell, Fowler, Leonard, Raffel y Shawcross, todas ellas de la versión de 1674 y todas ellas en inglés actualizado excepto la de Shawcross. <<

[43] Trocaico porque en métrica española las dos cláusulas binarias (yámbica y trocaica) se resuelven en la segunda (cf. T. Navarro Tomás, Métrica española, pp. 36-37). No todos los tratadistas están de acuerdo en ello, sin embargo (cf. E. Torre y M. A. Vázquez, Fundamentos de poética española, pp. 42-43). <<

[44] Abilio Echevarría percibe esta inadecuación: «El verso castellano que más podría asemejarse silábicamente a ese pentámetro, que es en realidad un decasílabo, es nuestro endecasílabo […]. Pero nada puede sonar fonéticamente más distinto que ese decasílabo inglés […]». (Paraíso perdido, p. XXI). Propone como alternativa el alejandrino, pero el resultado rítmico de su traducción contradice ampliamente su propuesta. <<

[45] Esta necesidad la percibe bien Francisco Arcos García, cuya traducción del primer libro del Paraíso perdido es, a mi gusto, la más conseguida rítmicamente hablando de cuantas he tenido ocasión de consultar. Arcos García escribe, sin embargo: «La lengua castellana, al contrario que la inglesa, no se adapta al ritmo yámbico, donde los acentos son muy repetidos, en sílabas alternas. El ritmo que nosotros hemos utilizado es el dactilico o el anapéstico, más desahogado a la hora de componer con él. Esto es natural, porque mientras que el inglés es un idioma fundamentalmente monosilábico, en castellano abundan los vocablos de más de dos sílabas» (p. 56). Pero lo cierto es que el ritmo yámbico/trocaico no se crea necesariamente haciendo coincidir todas las sílabas impares (a partir de la primera acentuada) con los acentos tónicos de las palabras, sino situando esos acentos tónicos en posición impar (a partir de la primera sílaba acentuada) de manera que la recitación sonora o silenciosa de los versos vaya encontrando sus apoyos rítmicos en el resto de las sílabas impares. <<

[46] Que prefiero a elites. <<

[47] El autor realiza aquí, no sólo un manifiesto estético, sino también político. Milton, que había sido activo defensor y colaborador de la Commonwealth republicana, primero bajo el Parlamento y bajo el Protectorado de Cromwell después, escribe ahora, en el periodo de la monarquía restablecida de los Estuardo, distanciándose de los poetas de la Restauración, para los que la rima era un elemento primordial del hacer poético. Servidumbre a la rima y servidumbre a la monarquía absolutista estuarda son equivalentes en la última y rotunda frase. <<

[48] Se refiere al centro de la tierra, no creada todavía. <<

[49] Los de la Iglesia. <<

[50] Nombre acuñado del griego, literalmente «todos los demonios». <<

[51] El Grande Hombre (o, más literalmente, Mayor: one Greater Man) es, desde luego, el Mesías. De acuerdo con Saurat «no sólo moralmente más grande, sino realmente, al ser aquél de quien los electos son parte»[1]. <<

[52] En el monte Horeb (Deuteronomio 4:10) o monte Sinaí (Éxodo 19:20), Moisés (aquel pastor) recibió las tablas de la ley y, según Milton aquí, la inspiración para escribir el Pentateuco a fin de enseñar a la escogida grey (los israelitas). <<

[53] El monte Sión está en Jerusalén. Siloé era un manantial cerca del monte Sión; Jesús envía a un ciego a lavarse los ojos en la alberca de Siloé para que recupere la vista (Juan 9:7-11). <<

[54] vuelo medio: vuelo que alcanza las regiones intermedias, a las que pertenecen los cielos de los dioses paganos, pero que no las trasciende. <<

[55] monte aonio: el monte de Aonia, el Helicón, desde el que Pegaso, el caballo alado que simboliza la inspiración, nacido de Poseidón y Medusa, se remonta al Olimpo. <<

[56] rima: obviamente hay que entender el término como sinécdoque de poesía; un tropo significativo después del manifiesto realizado en contra de la rima en la sección «El verso». <<

[57] En el contexto de la polémica sobre la doctrina de la «justificación del hombre» suscitada por la Reforma protestante, Milton invierte aquí los términos y declara su intención, no ya de conciliar al hombre con Dios, sino de conciliar a Dios con el hombre; esto es, mostrar que su actitud hacia el ser humano y su modo de tratarlo son, contra toda apariencia, inherentemente benévolos[2]. <<

[58] La infernal Serpiente, él fue: rompo la concordancia con el género femenino del nombre Serpiente para seguir a Milton porque ésta no es más que una apariencia puntual de Satán. <<

[59] ruina: Milton apunta aquí al sentido latino original de «caída». <<

[60] Nueve días es también el tiempo que tardan en caer los Titanes al Tártaro en la Teogonia de Hesiodo (vv. 720 ss.). <<

[61] De Azufre siempre ardiendo, nunca extinto: contraparte infernal de la zarza que arde y no se consume de Éxodo 3:2. <<

[62] El Infierno dista de la tierra (o centro) el doble de la distancia que separa la tierra del cielo (o polo más lejano) de acuerdo con Virgilio en la Eneida. <<

[63] Belcebú: del hebreo «Baal Zebub» (literalmente «Señor de las Moscas»), un dios cananeo con templo en Ekron (cf. 2 Reyes 1:2-16). Su nombre reaparece en el Nuevo Testamento (Mateo 10:25 y 12:24-27; Marcos 3:22; Lucas 11:15-19) asociado a Satán, como príncipe de los demonios. <<

[64] el Archienemigo (En el Cielo ya llamado Satanás): Satán es literalmente «enemigo» en hebreo. <<

[65] Tronos es una de las categorías angélicas. <<

[66] Muchas varas: lingüísticamente hablando, vara es el equivalente de rood (antigua forma de rod), pero no corresponde a la misma medida; aproximándose la vara castellana al metro de longitud y la rod inglesa a los cinco metros. <<

[67] Los Titanes son hijos de la Tierra (Gea) y el Cielo (Ouranos) de acuerdo con la Teogonía de Hesiodo. Guiados por Kronos, el más joven de los doce Titanes originales, derrocaron primero a su padre y fueron derrocados después a su vez por Jove (Júpiter, Zeus). Briareo era otro de los monstruos titánicos engendrados por la Tierra y el Cielo. Tifón es un gigante con cien cabezas de serpiente concebido por la Tierra a partir del amor de Tártaro (Teogonía, vv. 820 ss.) después de que Zeus expulsara del cielo a los Titanes; de acuerdo con Píndaro, Zeus lo encerró en una gruta cerca de Tarso, en Asia Menor. El Leviatán, objeto a la vez de terror y admiración en el Antiguo Testamento, es el monstruo marino por excelencia; en Isaías 27:1 aparece asimilado al Dragón o Serpiente y presentado como enemigo de Dios; pero Milton lo describe aquí bajo el aspecto de un gran cetáceo. <<

[68] El Peloro es un promontorio cerca del Etna en Sicilia. Milton construye su imagen del volcán a partir de la de Virgilio, en la Eneida, III, vv. 570 ss. y la de Ovidio, Metamorfosis, XV, vv. 298 ss. <<

[69] El artista toscano es Galileo, a quien Milton visitó probablemente en 1638, durante su estancia en Italia, en su villa cerca de Arcetri, donde vería su óptico cristal o telescopio. Fiesole son las montañas sobre Florencia donde Galileo vivía, al pie de las cuales se halla Valdarno (el valle del Arno). <<

[70] Vallombrosa es un valle cerca de Florencia, en la Toscana, la antigua Etruria; de ahí la expresión de etruscas sombras. <<

[71] Mar Rojo es en hebreo yam-suf, «mar de los juncos»; de ahí que Milton, una vez establecido el símil entre los demonios caídos y los juncos esparcidos por las aguas se deje llevar por la difusiva inercia típica del símil épico hasta la persecución de los israelitas por el faraón según el relato de Éxodo 14. La constelación de Orión presagiaba mal tiempo. Busiris, según la mitología griega, fue un rey de Egipto hijo de Poseidón y una princesa egipcia; identificado posteriormente por mitógrafos cristianos con el faraón del libro del Éxodo. Menfis era una capital de Egipto. Los refugiados del Gosén son los israelitas, que se instalaron en esta región de Egipto cuando José se la ofreció a su padre Jacob para que morase allí con todo su pueblo según Génesis 45:10. <<

[72] El Hijo de Amrán es Moisés (Éxodo 6:20). La plaga de las langostas (la octava), que refiere Milton a continuación, se narra en Éxodo 10:1-20. <<

[73] helados lomos: lomos o «riñones» es la expresión bíblica para significar el centro del poder generador en el varón. <<

[74] Dignidades y Poderes o Potestades son categorías angélicas. <<

[75] Milton introduce en esta sección uno de los elementos característicos de la épica clásica: el del «Catálogo». A imagen, por ejemplo, del «Catálogo de las Naves» en la Ilíada, el «Catálogo de los Reyes» en la Eneida o el «Catálogo de los Héroes» en la Teogonia, el autor ofrece aquí un «Catálogo de los Demonios» de acuerdo con los nombres y personalidades que adquirieron en la Antigüedad pagana, según las fuentes que maneja el poeta. <<

[76] Móloc: dios del reino de Amón (1 Reyes 11:7) al que se adoraba con sacrificios de niños (Levítico 18:21 y 20:2-5); la ubicación de su templo en Tofet se refiere en 2 Reyes 23:10 y Jeremías 3.2:35. La ciudad de Raba, los territorios de Argob y Basan, y el río Arnón forman parte de la geografía bíblica. El mogote del oprobio (el Monte del Escándalo en v. 416, o la insultante loma en v. 443) es un modo de llamar al Monte de los Olivos. <<

[77] Kemós: cf. Números 21:29; Jueces 11:24; 1 Reyes 11:7, 33; 2 Reyes 23:13 y Jeremías 48:7, 13, 46. Aroer, Nebo, Abarim, Hesbón, Horonaim, Seón, Sibma y Elealé son todos ellos enclaves de la geografía bíblica. La Asfáltica Laguna es el mar Muerto. En v. 412, Milton identifica a Kemós con Baal-Peor (o Baal-Fegor); el relato de esta «prostitución» de Israel con las moabitas se refiere en Números 25:1-3. La «revuelta purista» del buen Josías, rey de Israel del 640 al 609 a. C. aproximadamente, y su profanación de todos los santuarios paganos se narra en 2 Reyes 23. <<

[78] El río que divide Egipto de la tierra siria (de acuerdo con la geopolítica bíblica) es el Besor (cf. I Samuel 30:9 ss.). <<

[79] Baalim y Ashtaroth son nombres comunes dados por los hebreos a dioses fenicios (cf. Jueces 2:13 y 10:6; 1 Samuel 7:4 y 1 Samuel 12:10). <<

[80] Astarté era la Afrodita fenicia, diosa de los sidonios (fenicios de la ciudad de Sidón) según 1 Reyes 11:5, 33 y 2 Reyes 23:13. Se la representaba con cuernos en forma de creciente lunar (de ahí los cuernos alunados o crescent horns del v. 439).

El uxorio Rey es Salomón. El término uxorious, derivado del latín uxor, «mujer, esposa», significa la cualidad de «proclive a dejarse manejar por las mujeres», de las que Salomón gustaba tanto. Milton, en sus años universitarios en el Trinity College, había apuntado ya en su lista de temas para componer una tragedia el de Salomón Gyncecocratomenus (Salomón Uxorio)[3]. La palabra se ha traducido al castellano con más o menos audacia; Jovellanos, por ejemplo, ofrece «muliebroso», pero, puestos a crear un neologismo, uxorio tiene (como mínimo) tanto derecho a existir en castellano (junto a las académicas formas de uxoricida y uxoricidio) como en inglés. <<

[81] Tamuz es un antiguo dios mesopotamio de la muerte y el renacimiento ligado a los ritos estacionales de la vegetación y asimilado posteriormente (por san Jerónimo) a la divinidad griega de origen fenicio Adonis. La herida mortal de Tamuz/Adonis era causada por un jabalí y la muerte del dios favorito de la diosa (Innana en Mesopotamia, Ishtar-Astarté en fenicia, Afrodita en Grecia) se celebraba tras el solsticio de verano. El río Adonis desembocaba junto a la ciudad fenicia de Biblos, en el Líbano, donde se celebraban los festivales anuales en honor del dios, los Adonia. La visión del profeta Ezequiel aquí referida se narra en Ezequiel 8:14 ss. <<

[82] La divinidad filistea (palestina) Dagon aparece en el Antiguo Testamento en Jueces 16:23, 1 Samuel 5:2-7 (de donde Milton toma el relato de la humillación de este dios por Yahvé) y 1 Crónicas 10:10. Lo nombra también el apócrifo 1 Macabeos 10:84 y 2:4. Azoto, Gat, Ascalón, Ecrón y Gaza eran las cinco ciudades-Estado de la Pentápolis filistea (cf. 1 Samuel 6:17-18). <<

[83] Del dios sirio Rimón, con templo en Damasco, se habla en 2 Reyes 5 y 16. La primera de estas dos referencias ofrece el relato de la conversión del capitán sirio Naamán a la religión yavista (el leproso que perdió Rimón): el profeta Eliseo lo envía a bañarse en el Jordán para curarse de su enfermedad, a lo que Naamán responde si «los ríos de Damasco, el Abana y el Farfar no valen más que toda el agua de Israel» (2 Reyes 5:12); pero como el chauvinista capitán acaba por obedecer al profeta, se libra de la lepra y se vuelve hacia el dios de Israel. La segunda de las referencias cuenta la apostasía del rey Acaz de Judá, que tras vencer a Damasco con ayuda del rey asirio, se queda fascinado por el culto de Rimón en la capital derrotada y ordena construir un santuario al dios foráneo en Jerusalén. <<

[84] La historia del becerro de oro se narra en Éxodo 32:1-29. El rey rebelde es Jeroboán (cf. 1 Reyes 12:28 ss.) que duplicó doblemente el «pecado» de los israelitas: primero, por repetirlo; segundo, por hacer dos becerros de oro, en lugar de uno, y colocarlos en las ciudades de Betel y Dan proclamando que éste, y no Yahvé, era el dios que había sacado a Israel de Egipto. Respecto de la narración de la partida de Egipto y la justicia de Yahvé ejercida por igual sobre dioses y primogénitos (humanos y animales) de Egipto, cf. Éxodo 12:12. <<

[85] Belial («beliya‘al») no es una divinidad en el Antiguo Testamento, sino un término que significa «indignidad, maldad»: «hijo de Belial», «hombre de Belial», «hija de Belial» son expresiones hechas que significan «canalla». En la Segunda Carta a los Corintios (6:15), sin embargo, Pablo personifica a Belial contraponiéndolo a Cristo. Los hijos de Elí se convierten en «hijos de Belial» en x Samuel 2:12. La noche de violación en Guibeá se narra en Jueces 19:22 ss. <<

[86] Yaván es hijo de Jafet, que a su vez es hijo de Noé, según la genealogía de Génesis 10. Milton, de acuerdo con comentaristas bíblicos anteriores, lo presenta como ancestro de la raza jonia, los griegos de Asia Menor, pero tomados aquí como sinécdoque de los griegos en general. <<

[87] El mayor de los Titanes, tanto en Hesiodo (Teogonía) como en Apolodoro (Biblioteca) es Océano; aunque en Apolodoro no es el primogénito del Cielo o Urano, puesto que en la Biblioteca los Titanes son la última generación nacida del Cielo. Saturno o Cronos gana el derecho de primogenitura al emascular a Urano y convertirse en rey de los inmortales. Jove (Júpiter, Zeus), hijo de Cronos y Rhea, se enfrenta a su vez a su padre y lo exilia del cielo. Hasta que estuvo en disposición de enfrentarse a su padre, Rhea lo ocultó en Creta. El oráculo de Zeus estaba en Dodona; el de Delfos pertenecía al dios Apolo. El Adria es otro nombre del mar Adriático. Las islas más remotas son las británicas. <<

[88] Azazel: nombrado en Levítico 16:8-9 en relación con el chivo expiatorio ritual. En el apócrifo Libro de Enoc (del que Milton conocía la parte incluida en la Chronographia del historiador bizantino Syncellus publicada por Goar en París, en 1657[4]) es un importante demonio, el orfebre infernal que hacía ornamentos de mujer así como las armas de los hombres. De ahí que Saurat sugiera que el Azazel miltónico fuera el autor de la imperial enseña y que, por tanto, fuera legítimo derecho suyo enarbolarla. <<

[89] La imagen proviene de la Ilíada, III, vv. 1-5, donde las grullas en formación de ataque constituyen un símil del avance de los troyanos. <<

[90] Flegra: el lugar donde los dioses se enfrentan y derrotan a los gigantes en las Metamorfosis, X, v. 151. <<

[91] el hijo de Uther: el rey Arturo. <<

[92] Armórica: nombre latino de la Bretaña francesa. <<

[93] Aspramonte y Montalbán (Montalbano) son castillos en el Orlando furioso de Ariosto; Marruecos, Damasco, Trebisonda son lugares de enfrentamiento entre caballeros fieles e infieles característicos en la épica renacentista. <<

[94] La ciudad portuaria tunecina de Biserta habría sido, según el Orlando innamorato de Boiardo, el punto de partida de la invasión musulmana de la península ibérica. <<

[95] Una interpretación de Milton de la derrota de Roncesvalles según la Chanson de Roland. <<

[96] La palabra aramea mammón significa «riquezas» (cf. Mateo 6:24 y Lucas 16:13). En Juan 12:31, el concepto aparece personificado como «Príncipe de este Mundo». Identificado posteriormente a Plutón, título del dios griego Hades como patrón de las riquezas. <<

[97] Belus es el nombre latinizado del dios asirio-babilónico Bel; Serapis, una divinidad solar del Egipto ptolemaico que recibía un culto sincrético greco-egipcio. <<

[98] Descarando sus broncíneas hojas: el verbo en su legítimo doble significado de «separar las caras» y «hacerlo descaradamente» para traducir el doble significado del inglés brazen, «de bronce» y «descarado, insolente». <<

[99] Ángeles cetrados: el neologismo cetrado («con cetro, en posesión del cetro») se introduce aquí, a imagen del término mitrado, para conservar mayor proximidad respecto de la expresión original. <<

[100] Ausonia: nombre griego para Italia y nombre poético en inglés para la misma región; Mulciber es uno de los nombres latinos de la divinidad grecorromana Vulcano (Hefesto). En la Biblioteca de Apolodoro, Hefesto es hijo de Hera (sin concurso de varón) y Zeus lo arroja del cielo por auxiliar a su madre, castigada por Zeus. Hefesto cae en la isla egea de Lemnos rompiéndose las dos piernas y es curado por la diosa Tetis. <<

[101] Ormuz: una isla comercial en el golfo pérsico; Ind: forma apocopada de referirse a la India; ambos nombres como símbolos de espléndidas cortes orientales. <<

[102] Potestades y Dominios: diferentes grados de dignidades angélicas. <<

[103] Virtudes Celestiales: otro grado de las dignidades angélicas, aunque aquí tomado como símbolo de la totalidad por la ironía que conlleva. <<

[104] Rey cetrado: cf. nota a «Libro I», v. 734. <<

[105] Máquina Omnipotente: quizá el Trueno de Dios, o el Carro del Hijo en «Libro VI», v. 829, que precipita la derrota de los ángeles rebeldes. <<

[106] Su diestra roja mano: Horacio (Odas, I, II, vv. 2-3) atribuye a Júpiter una «mano derecha roja» (rubente dextera). <<

[107] Miguel: Significa en hebreo «¿Quién como Dios?» y es corriente en la Biblia como nombre de mortal. Pero el ángel Miguel aparece ya en las Escrituras como uno de los príncipes entre los ángeles (cf. Daniel 10:13 y 12:1). En Judas 1:9, el arcángel Miguel disputa al diablo el cuerpo de Moisés; en Apocalipsis 12:7 es Miguel con sus ángeles quien combate contra el dragón. <<

[108] Tronos e imperiales Potestades […] Etéreas Virtudes: diferentes grados de dignidades angélicas. <<

[109] La guerra nos determinó: el término determinar sobre todo en su significado latino original de «poner términos o límites, confinar». <<

[110] nimios habitantes: Milton crea aquí un doble sentido con el adjetivo punie (actualmente puny, «insignificante, enclenque, minúsculo, miserable…») irreproducible en castellano. Punie deriva del francés «puis né» («nacido después») y el significado de «más joven, más reciente» era todavía corriente en el inglés del XVII: los habitantes del mundo que propone atacar Belcebú, la raza humana, son pues más insignificantes puesto que nacidos después de la raza angélica; para los ángeles caídos son una raza sin prosapia y advenediza, como se dirá luego (v. 834). <<

[111] Celímacos: neologismo establecido para traducir el inglés Heav’n-warring, «que hacen la guerra al Cielo», a partir del elemento preformante celi- (como en celícola, «habitante del cielo») y el griego machomai, «luchar» (como en taurómaco, o iconómaco). <<

[112] sonora alquimia: el término alquimia, aquí, en su significado (desusado en castellano) de «aleación semejante al oro, latón»; la expresión sugiere, pues, metonímicamente, las trompetas de los querubines. <<

[113] Campos Pitios: Cerca de Delfos, donde se celebraban cada cuatro años unas competiciones deportivas pan— helénicas, (los Juegos Pitios) similares a las olímpicas, en conmemoración de la victoria de Apolo sobre la serpiente Pitón. <<

[114] la taina circunvala: esto es, gira a toda velocidad en el carro de carreras alrededor de la señal (taina) que marca la meta de la carrera. <<

[115] cólera tifónica: cólera semejante a la del monstruo Tifón (cf. nota a «Libro I», vv. 198-201). <<

[116] Tras tomar la ciudad de Cecalia, matar a su rey Éurito y tomar cautiva a la princesa Yole, Alcides (Heracles o Hércules) recibió de su esposa Deyanira una túnica untada con la sangre del centauro Neso. Deyanira, celosa de Yole, creía que la sangre actuaría como un filtro amoroso en su marido; pero su efecto era, por el contrario, corrosivo, incluso para un semidiós como Heracles. Al ponerse la túnica para celebrar un sacrificio, el veneno empezó a corroerle la carne. Heracles agarró a Licas, el mensajero que le trajera la túnica, y lo despeñó (según Ovidio en las Metamorfosis desde el Eta; según Apolodoro desde el monte Ceneo, sobre el mar de Eubea); luego encendió una pira en el Eta y se arrojó a ella (cf. Apolodoro, Biblioteca, II, 6). <<

[117] Milton configura aquí su propia geografía infernal con elementos de la mitología clásica. El carácter que atribuye a cada uno de los ríos no es sino la explicación del significado de sus respectivos nombres en griego. <<

[118] La ciénaga sirbonia son las arenas movedizas que rodean el lago de Sirbon, en la costa mediterránea de la península del Sinaí. Damieta es una ciudad egipcia más al oeste, en el delta del Nilo. Casio era el nombre antiguo dado a un promontorio también en la costa mediterránea de la península del Sinaí, al este del lago de Sirbon. El lago de Sirbon y las ciénagas de alrededor eran una defensa natural contra los ejércitos que intentaban invadir Egipto desde el oriente. Según la tradición Tifón se había ocultado allí. <<

[119] Las Furias (latín) o Erinias (griego) son las deidades grecorromanas de la venganza. De acuerdo con Hesiodo y Apolodoro, nacieron de la sangre de la mutilación de Urano que cayó sobre Gea. <<

[120] Medusa era una de las Gorgonas (cf. nota a v. 628), con cabellera de serpientes y el poder de convertir en piedra a quien la mirase. Era la única mortal de las tres hermanas y la mató Perseo. <<

[121] Tántalo (cf. Odisea, XI, vv. 582-592) sufría en el Hades el tormento de estar sumergido hasta el cuello en agua, pero ésta huía de él cuando trataba de bebería; lo mismo le ocurría con los árboles frutales que le tentaban alrededor. <<

[122] La Hidra era un monstruo de cien cabezas, hija de Tifón y Equidna, que guardaba las manzanas de las Hespérides. Las Gorgonas eran tres hermanas, hijas de Forco y Ceto, de la estirpe titánida. La Quimera, hija también de Tifón y Equidna, era león por delante, dragón por detrás y cabra en medio con una cabeza que arrojaba fuego; la mató el héroe Belerofonte. <<

[123] Ternate y Tidor: dos pequeñas islas de las Molucas (Indonesia) en el archipiélago malayo. <<

[124] El Cabo es el de Buena Esperanza, en África del sur. <<

[125] cerbéreas fauces: por Cerbero, el perro de múltiples cabezas que guardaba el mundo infernal en la mitología clásica. <<

[126] Escila (cf. Odisea, XII, vv. 80 ss.) era un ser sobrenatural monstruoso, cuya cintura estaba formada también por cabezas de perro. Ulises debía pasar entre ella y Caribdis, el monstruo en el lado opuesto, para alcanzar la isla de Trinacria, donde pastaban las vacas del sol. <<

[127] Ofiuco, el Portador de la Serpiente, es la constelación del Serpentario. <<

[128] El nacimiento de Pecado, la Hija de Satán, rememora el de Atenea, la hija de Zeus; posteriormente, la relación entre Satán y su Hija se convierte en una antiimagen infernal de la relación entre Dios y el Hijo (cf. sobre todo «Libro II», vv. 869-870). <<

[129] Celinata: neologismo establecido (a imagen, por ejemplo, de naonato o aeronato) para traducir sintéticamente el inglés heav’nlie-born, «nacido en o del cielo, con naturaleza celestial». <<

[130] Milton se refiere a la Llave de Pecado con una expresión que ya ha utilizado, en los primeros versos de su épica, para referirse al fruto del Árbol del Bien y del Mal: ambas cosas son la causa o instrumento de todos nuestros males. De manera que este episodio en que Satán convence a su hija Pecado de que le abra las Puertas del Infierno, con la promesa de que ella y el hijo de ambos serán como dioses en el nuevo mundo, es una antiimagen infernal de la seducción de Eva. O dicho de otro modo, ambos vienen a ser el mismo acontecimiento, pero en dos planos correlativos de la realidad: el plano terrenal y ese otro nivel inframundano, que es como el vasto y oscuro inconsciente simbólico del universo visible. <<

[131] Barca y Cirene eran dos ciudades en el norte de África, en la costa libia, drene era una colonia griega establecida en el VII a. C. Barca fue fundada posteriormente por la próspera Cirene. <<

[132] Belona: diosa romana de la guerra. <<

[133] El Grifo es un animal mitológico, un león alado con cabeza de águila. De acuerdo con un rumor citado por Herodoto (Historia, III, 116) y en el que él mismo confiesa no creer, los arimaspos, una raza de hombres con un solo ojo, robaban el oro que guardaban los grifos. <<

[134] Orco y Hades son respectivamente las figuras romana y griega que representan tanto el reino de ultratumba como la divinidad que lo preside. Demogorgon aparece en la Genealogía de los dioses paganos, de Boccaccio, como un gran poder ctónico que es el «padre y principio de los dioses paganos». <<

[135] Anarca: Milton da a Caos un título un tanto oximorónico, puesto que literalmente lo nombra «supremo gobernante del desgobierno». <<

[136] Argos: la nave de Jasón y los argonautas, en Argonáuticas de Apolonio de Rodas. <<

[137] la desnuda convexidad del orbe más remoto de este universo: el universo físico en su totalidad visto como una esfera (piénsese, por ejemplo, en la esfera del reverso del tríptico del Bosco El jardín de las delicias y visible cuando las hojas laterales del tríptico están cerradas); Satán viene a posarse sobre ella. <<

[138] Con el paso de las tinieblas infernales, que ha descrito en los dos primeros libros del poema, al mundo empíreo, al que se propone aludir ahora, Milton realiza una nueva invocación, esta vez a la Luz Celestial. <<

[139] Milton se refiere aquí a su propia ceguera, que le afligía desde mucho tiempo atrás pero que fue completa desde 1652. <<

[140] Gota tan serena: «gota serena» (gutta serena) es otro de los nombres de la amaurosis o privación total de la vista. <<

[141] turbia sufusión: «sufusión» (suffusio nigra) es una enfermedad de los ojos semejante a las cataratas. <<

[142] Tamiris, un poeta del que habla Homero en la Ilíada, II, vv. 594 ss., y al que cegaron las Musas por haberse jactado de que las superaba en el canto. Meónides es otra forma de llamar a Homero. <<

[143] Tiresias es, en la mitología griega, un vidente tebano que conservó su don de la videncia en el Hades después de muerto; Ulises, en el libro XI de la Odisea, lo invoca del submundo para consultarle acerca de su viaje. Fineo, un profeta de Tracia que los dioses habían dejado ciego por revelar el futuro a los hombres (cf. Apolodoro, Biblioteca, I, 9, 21). <<

[144] Melodiosos números: ritmos poéticos. <<

[145] universal blancura: el blancor de una página en blanco que es, a la vez, vacío (blank). <<

[146] Su Hijo Único. En la tierra vio primero / A los dos primeros Padres, los dos únicos aún: dada la falta de desinencias en el adjetivo inglés, estas duplicaciones son aún más evidentes en el texto original. La aparición de estas tres geminaciones en sólo dos versos indica ya por sí misma la complejidad significativa que transportan. La segunda, la dilogía entre primero (first adv.) y primeros (first adj.) es fundamental, porque establece un vínculo muy específico entre Dios y los Protopadres: sugiere incluso que su acto de verlos (tropo aquí de concebir/percibir en un sentido divino) primero es lo que los hace primeros. La duplicación de dos, por tanto, no puede ser gratuita, y menos cuando su primera aparición es un puro pleonasmo… o lo parece. Porque dos es, en este verso, una palabra en movimiento, que fluye, dinamizada por el adverbio temporal y a través de él, desde la totalidad del primer dos (que cierra el mundo «completo», prácticamente atemporal, o pretemporal, de Adán y Eva bajo la mirada de Dios en el Jardín) hacia la incompletitud, apertura y multiplicabilidad del segundo dos que «abre» la pareja completa-en-sí a la «multiplicidad» humana que surgirá de ella.

Dentro de este marco de creación y evolución, la primera duplicación, único(s) / (onely), establece una relación estrecha entre el Hijo y el ser humano que sugiere dos cosas al mismo tiempo: en el mundo perfecto del Paraíso prelapsario, la feliz correlación entre el tipo celestial y el antitipo terrenal del «hijo de Dios», fundada en la unicidad de la querencia divina; en el mundo imperfecto posterior a la Caída preludia la futura Encarnación. <<

[147] Transporta al Adversario: el término transporta aquí en su doble sentido de «lleva, mueve, empuja» y «enajena». <<

[148] Milton o, mejor dicho, el Dios del Paraíso perdido sólo es capaz de concebir aquí dos posibilidades de comportamiento legítimo del ser humano: el determinismo natural, por el que la voluntad y razón humana serían pasivas y obedecerían a la necesidad (v. 110); o bien, el condicionamiento divino, por el que el ser humano es (supuestamente) libre sólo (paradójicamente) para obedecer a Dios. La tercera posibilidad, la de una libertad al margen del determinismo natural y del condicionamiento divino, una libertad plena del ser humano para explorar todas las posibilidades inherentes a su modo de existen cía en un universo creado a la medida de esa libertad, es algo que este Dios no es capaz de imaginar siquiera. De ahí que el discurso de este Dios sea el de la obediencia, mientras que el de Satán sea el de la libertad. Milton era un cristiano fiel a sus creencias; pero Milton era también un republicano convencido que luchó como nadie por las libertades individuales. Esta sección, por tanto, está en el centro de la problemática sobre el sentido del Paraíso perdido. <<

[149] cual de números sin número: o dicho sin poner de relieve la (aparente) paradoja a efectos poéticos, «cual de congregación innumerable». <<

[150] Amaranto imperecible: del griego «amaranthos» (perdurable, que no se marchita); una legendaria flor inmarchitable, así como una familia de plantas reales. Milton, en esta imagen de las coronas de las entidades angélicas, elabora la parte del versículo 1 Pedro 5:4, que reza: «recibiréis la corona perenne de la gloria», donde «perenne» es amarantinon en el griego del Nuevo Testamento. <<

[151] las ávidas Dominaciones: el término Dominaciones denota una categoría angélica; el inglés aspire tiene aquí, como muy a menudo en el poema, la connotación negativa de «avidez, aspiración ilegítima y contra el orden de las cosas». <<

[152] tus Poderes: Poderes aquí por la categoría angélica de «Potestades» («Potestates»), las «Potestades» del bando del Hijo. <<

[153] Con igual rigor, sino te inclinas más a la piedad /[…]/ Con igual rigor, sino inclinado más a la piedad: una de las no infrecuentes geminaciones de Milton; nótese el poliptoton, en el uso del verbo, entre ambos versos. <<

[154] Imáus: nombre de una gran cadena montañosa en Asia, usado de un modo indefinido por los geógrafos antiguos. En su sentido más específico, es la parte occidental del Himalaya; pero el nombre se usa también para designar una cordillera asiática más al norte, que podría ser la de Altai, desde el desierto de Gobi en el sureste hasta Siberia en el noroeste. <<

[155] El Hidaspes, mencionado por Arriano de Nicomedia en su obra Indica, parece que podría ser el Jhelum, uno de los cinco ríos del Punjab. <<

[156] Sericana: una región al noroeste de China. <<

[157] No en la Luna próxima, como hay quien sueña: Como por ejemplo Ariosto en Orlando furioso (cf. «Canto XXXIV», vv. 74-75). <<

[158] Sinar: Cf. Génesis 11:2. <<

[159] Empédocles: (c. 490-430 a. C.) filósofo griego, poeta y maestro religioso que, según la leyenda, se arrojó al volcán Etna, en Sicilia, para convencer a sus seguidores de su divinidad. <<

[160] Cleombroto era un joven del círculo de Platón (cf. Fedón) que, según Lactancio (cf. Instituciones divinas, III, 18) se arrojó al mar fascinado por la idea del Más Allá pintada por Platón en su diálogo sobre la inmortalidad del alma (Fedón). <<

[161] Blancos, negros, grises: Dominicos (hábito y escapulario blancos), carmelitas (hábito y escapulario negro o pardo, aunque el manto es blanco) y franciscanos (hasta la época napoleónica el hábito era gris; desde entonces, negro, aunque algunos países conservan el color tradicional). <<

[162] y las fijas pasan: la esfera de las estrellas fijas. <<

[163] La esfera de Libra, que es la balanza que sirve como punto de referencia para medir la oscilación o trepidación astronómica, postulada por el astrónomo árabe Thabit ibn Qurra (s. IX) en lugar de la precesión de los equinoccios ptolemaica. <<

[164] cuentas: cuentas de rosario. <<

[165] perfil trasero: el término inglés backside significa «la parte dorsal o posterior de algo» y, directamente, también «trasero, el trasero»; esta alusión, en estos versos cargados de ironía cuando no sarcasmo contra la superstición religiosa católica y criptocatólica, es perfectamente intencional. <<

[166] Cf. Génesis 2.8. Luz en el v. 513 no es el substantivo castellano, sino nombre propio hebreo, el de la ciudad de Canaán de Génesis 28:19 que Jacob llamó Betel. <<

[167] La ciudad de Dan, en el extremo norte de Israel, fue llamada posteriormente por los griegos Vaneas o Vaneas en honor del dios Pan. Berseba estaba en el extremo sur. La frecuente frase veterotestamentaria «desde Dan hasta Berseba» significa la totalidad del territorio de Israel. <<

[168] el Astro del Vellón: el astro del Vellón o, literalmente, «aborregado» es un modo de referirse a Aries, la constelación del Carnero, opuesta a Libra y cerca de Andrómeda. <<

[169] tubo óptico: el telescopio. <<

[170] Aarón, hermano de Moisés y primero de la casta sacerdotal de los levitas, debía portar en las ceremonias religiosas un pectoral con doce piedras simbólicas de las doce tribus de Israel (cf. Éxodo 28:15-30). <<

[171] Milton habla aquí, desde luego, de la Piedra Filosofal: Hermes es el mercurio de los alquimistas y Proteo, la vieja figura mitológica griega de formas cambiantes, al igual que el dios Hermes, aparece aquí simbolizando un elemento de los alquimistas en su búsqueda de la Piedra. <<

[172] Cf. Apocalipsis 19:17. <<

[173] El nombre Uriel significa en hebreo «fuego de Dios»; aparece como nombre propio en la Biblia (cf. 1 Crónicas 6:24 y 15:5, 11 y 2 Crónicas 13:2), pero no como nombre de esta importante entidad angélica de la tradición mística judía hasta el segundo apócrifo de Esdras. <<

[174] faz triforme: por las tres fases de la luna, relacionadas con las diosas Luna, Diana y Hécate. <<

[175] Nifates: según Estrabón, un monte en la frontera entre Armenia y Asiria. <<

[176] Cf. Apocalipsis 12:7-12. La frase ¡Ay de los moradores de la tierra! proviene de Apocalipsis 12:12, o así es al menos como la traducen algunas versiones de la Biblia. El Nuevo Testamento de Wycliffe (1380) y La Nueva Biblia Española (1975), por ejemplo, ofrecen Woe to the earth, and to the sea («¡Ay de la tierra y del mar!»); pero la King James Bible (1611) y la Reina-Valera (1960), Woe to the inhabiters of the earth and of the sea! for the devil is come down unto you, having great wrath, because he knoweth that he hath but a short time («¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo»). <<

[177] máquina diabólica: el cañón, cuya invención Milton atribuye a Satán más adelante en el poema. <<

[178] Este pasaje en que Satán se dirige al Sol (cuando menos los versos 32-41) precede en varios años (hasta 15 o 16 según Aubrey[5]) a la composición del Paraíso perdido y habría sido escrito para la tragedia Adam Unparadized (Adán desparadisado), que fue el primer modo en que Milton concibió el tema de la Caída, sin llegar a concluirla. Según Waldock[6], el Satán que se expresa en estos versos es tan distinto del de los libros I y II que ni siquiera se puede decir que sean el mismo personaje, lo que crea una discontinuidad narrativa que neutraliza la idea de la degradación de Satán: idea en la que un exponente antisatanista como Lewis[7] funda su tesis de la ortodoxia religiosa de Milton. <<

[179] la prestada faz: recuérdese que Satán ha tomado la forma de un ángel novicio para poder eludir así la vigilancia de Uriel en la esfera del sol («Libro III», v. 634 ss.). <<

[180] El monte asirio es el Nifates de «Libro III», v. 742. <<

[181] El arco húmedo (humid bow) es, desde luego, el arco iris. <<

[182] Cabo de Esperanza: el Cabo de Buena Esperanza, que forma el cono meridional del continente africano. <<

[183] sabeo aroma: del bíblico reino de Saba, que floreció en el Yemen hacia el siglo XII a. C. <<

[184] La historia proviene de los capítulos 7 y 8 del Libro Apócrifo de Tobías: Tobías debe casarse con su prima Sara, de la que está enamorado el demonio Asmodeo. Éste ha matado ya a siete maridos de Sara durante sus respectivas noches de boda; pero Tobías, instruido por el ángel Rafael, quema en la cámara nupcial el corazón y el hígado de un pescado, lo que hace huir al demonio a Egipto, donde es capturado por el ángel. <<

[185] De acuerdo con A. Fowler, el cormorán o cuervo marino simbolizaría «la codiciosa explotación de los débiles, en particular por el clero “mercenario”»[8]. <<

[186] La ciudad de Haurán el libro de Ezequiel (47:16 y 18) la sitúa al oriente de Israel (Milton usa aquí el nombre Auran, que es el término latinizado ofrecido por la Vulgata). Seleucia es el nombre de la capital construida por Seleuco, general de Alejandro, junto al Tigris y capital de su reino sirio. Los edenitas son los habitantes de la ciudad o territorio de Edén (no el Edén paradisíaco, sino la región referida en 2 Reyes 19:12 e Isaías 37:12). Milton usa aquí la expresión sons of Edén («hijos de Edén»), que es traducción literal del hebreo beney-Eden y del latín de la Vulgata filios Eden. La ciudad de Telasar se cita también en 2 Reyes 19:12 e Isaías 37:12 como lugar de habitación de los edenitas. <<

[187] La imagen del gran río que se divide luego en cuatro corrientes principales proviene de Génesis 2:10. <<

[188] fábulas hesperias: las relativas al jardín de las Hespérides, quienes eran las guardianas de las manzanas de oro dadas por Gea a Hera cuando esta última se casó con Zeus. <<

[189] El dios Pan, las Gracias y las Horas son todas ellas figuras mitológicas griegas relacionadas con la naturaleza y los cultos de fertilidad. <<

[190] Cf. Las Metamorfosis de Ovidio (libro V) y el Himno a Deméter homérico. Proserpina (o Perséfone, para los griegos), hija de Ceres (Deméter) y Zeus, fue raptada por el dios del inframundo Dis (Hades, Plutón) mientras recogía flores en el campo de Enna, en Sicilia. Ceres la buscó por todo el mundo y, cuando por fin supo quién era su raptor, se negó a que creciera el cereal mientras no le fuera devuelta su hija. Dis acabó por acceder a que Proserpina pasase en la superficie del mundo la mitad del año, lo que explica en términos míticos por qué los cultivos sólo crecen durante una parte del año. <<

[191] Daphne es el nombre de una hija del dios fluvial Peneo, en Tesalia; pero también de unos jardines al sur de Antioquía en Siria, junto al río Orontes, donde había un bosque y un templo dedicados a Apolo, así como una fuente nombrada según la famosa Castalia del Parnaso. <<

[192] La isla nisia es Nysa, de ahí el nombre griego de Baco: Dioniso. Según Diodoro de Sicilia (cf. Biblioteca Histórica, III, 68), el rey libio Antón (identificado por una parte con Zeus-Júpiter y, por la otra, con Cam o Ham, uno de los hijos de Noé) se casó con Rhea, hija de Urano y hermana de Cronos, pero tuvo amoríos con una hermosa muchacha, Amaltea, de la que nació Dioniso-Baco. Amón, para proteger al niño de su esposa legítima Rhea, lo ocultó en la isla de Nysa, rodeada por el río Tritón. <<