La Iglesia no necesita más que la verdad.
Papa León XIII, 1881
No hay nada más grande que el fascinante y dulce misterio de Fátima, que ha acompañado a la Iglesia y a toda la humanidad durante este largo siglo de apostasía y no cabe duda de que las acompañará hasta la caída final y el posterior resurgimiento.
Abate Georges de Nantes, 1982[1],
con motivo de la primera peregrinación
del papa Juan Pablo II a Fátima.
La fe es un valioso aliado en la búsqueda de la verdad.
Papa Juan Pablo II, 1998