FÁBULA XXXIV

El Cuervo y el Pavo

(Cuando se trata de notar los defectos de una obra, no deben censurarse los personales de su autor.)

Pues, como digo, es el caso

(y vaya de cuento)

que a volar se desafiaron

un Pavo y un Cuervo.

Al término señalado5

cuál llegó primero,

considérelo quien de ambos

haya visto el vuelo.

«Aguárdate (dijo el Pavo

al cuervo de lejos):10

¿sabes lo que estoy pensando?

que eres negro y feo.

«Escucha: también reparo

(le gritó más recio)

en que eres un pajarraco15

de muy mal agüero.

«Quita allá, que me das asco,

grandísimo puerco;

sí, que tienes por regalo

comer cuerpos muertos.»20

—«Todo eso no viene al caso

(le responde el Cuervo),

porque aquí sólo tratamos

de ver qué tal vuelo.»

Cuando en las obras del sabio25

no encuentra defectos,

contra la persona cargos

suele hacer el necio.