FÁBULA XXVI

El León y el Águila

(Los que quieren hacer a dos partidos, suelen conseguir el desprecio de ambos.)

El Águila y el León

gran conferencia tuvieron

para arreglar entre sí

ciertos puntos de gobierno.

Dio el Águila muchas quejas5

del murciélago, diciendo:

«¿Hasta cuándo este avechucho

nos ha de traer revueltos?

con mis pájaros se mezcla,

dándose por uno de ellos;10

y alega varias razones,

sobre todo la del vuelo.

Mas, si se le antoja, dice:

hocico, y no pico, tengo.

¿Cómo ave queréis tratarme?15

pues cuadrúpedo me vuelvo.

Con mis vasallos murmura

de los brutos de tu imperio;

y cuando con éstos vive,

murmura también de aquéllos.»20

«—Está bien, dijo el León:

yo te juro que en mis reinos

no entre más.» —«Pues en los míos,

respondió el Águila, menos.»

Desde entonces solitario25

salir de noche le vemos;

pues ni alados, ni patudos,

quieren ya tal compañero.

Murciélagos literarios,

que hacéis a pluma y a pelo,30

si queréis vivir con todos,

miraos en este espejo.