Carta de Patrick Boyd a Peter Falkland.
Aranjuez.
9 de noviembre de 1873.
Querido Peter:
Lamento profundamente no haberte escrito en tantas semanas. Es que estoy agobiado de trabajo, no tienes idea, esto cobra una velocidad de vértigo y me está volviendo loco. Estoy deseando acabar ya. Por otro lado he conocido a gente interesante y he tenido unas experiencias extraordinarias.
La situación política aquí es extremadamente incierta y todo indica que la República no sólo tiene los días contados sino que un golpe militar es inminente. Un golpe militar de signo conservador, como es obvio. Por eso me tengo que dar mucha prisa y agotar a conciencia el tiempo que me quede.
McKinley me está ayudando mucho, no sé si te habrá dicho algo, y me consiguió una entrevista clave en Hendaya con uno de los principales sospechosos relacionado con el asesinato de Prim. Disfruté enormemente el viaje en tren y pensé en ti, conociendo como conozco tu afición a las aves rapaces, que por aquellas fragosidades pululan. España debe de ser la reserva mundial de buitres y águilas. Bueno, de la naturaleza en general.
A propósito, tengo una noticia que sé que te encantará. Y es que, fieles a su palabra, los Machado me han organizado la prometida visita a Doñana, que empezará el lunes 17 de este mes, o sea dentro de nueve días. Quizás ya te haya comunicado algo al respecto don Antonio. Vamos a bajar a Sanlúcar desde Sevilla en un pequeño vapor que hace el trayecto con regularidad y pasaremos la noche allí en casa de un amigo de ellos que es naturalista, Celedonio Palencia, que no sé si conoces por sus publicaciones. Cruzaremos el río a la mañana siguiente. También estarán con nosotros un marqués que tiene una finca cerca de El Rocío y su mujer. Toda vez que fuiste tú quien me pusiste en contacto con Machado padre, sé que estarás compartiendo mi emoción en estos momentos de preexcursión.
Estoy pasando el fin de semana en Aranjuez, a orillas del Tajo. Necesitaba descansar un par de días. Hay muchas aves acuáticas en el río y me he paseado largamente por los bosques. Fíjate, se me ha ocurrido la idea de que sería estupendo bajar desde aquí en barca hasta Lisboa. Creo que se podría hacer. ¡A ver si lo hacemos un día juntos y escribimos un libro!
En fin, querido Peter, el no haberte puesto unas líneas con más frecuencia no significa que no te tenga siempre presente. Dentro de dos meses nos volveremos a ver y te contaré cómo fue mi iniciación marismeña, que me prometo apasionante, y otras muchas cosas que por el momento me callo.
Entretanto para ti y para Beth un gran abrazo, Pat.