Capítulo 11

Carta de Patrick Boyd a Edward McKinley.

Madrid, Café Imperial.

Miércoles, 29 de octubre de 1873.

Querido Mac:

Perdona si no te escribí antes, es que no sabes la intensidad con la cual estoy viviendo esto, que a menudo me hace imposible cumplir con lo prometido. El asunto es mucho más embrollado de lo que me imaginaba, y cada día, pese a lo que creía antes, me doy más cuenta de la casi imposibilidad de poder resolverlo. No por ello me voy a dar por vencido, claro.

Esta noche llega ella. Me encuentro muy nervioso, como te podrás imaginar.

Estoy todavía a la espera de que me conteste Solís (creo que te dije que le he pedido una entrevista).

Solís y José María Pastor son los personajes clave, Mac. Pastor está en la cárcel militar. Por casualidad —bueno, no sé si es casualidad— está allí ahora también López, para unas ruedas de presos y creo que otra indagatoria. Le he pedido a Muñiz que me eche otra vez una mano con las autoridades para conseguirme un permiso de visita. Necesito hacerle más preguntas a López. Quizás podré ver a ambos pájaros allí.

Un fuerte abrazo, y mis recuerdos de siempre para los chicos, Pat.