Extracto del diario de Patrick Boyd.
Hendaya, Hotel Voltaire.
Noche del lunes, 13 de octubre de 1873.
Mientras el tren cruzaba por el puente del Bidasoa pensé: «Por aquí entraron en España en 1823 los miserables Cien Mil Hijos de San Luis para acabar con Riego y la libertad del pueblo y reponer en su trono al traidor Fernando VII. ¡Cien Mil Hijos de Satanás!».
Luego recordé que por el mismo puente, cuarenta y cinco años después, se vio forzada a salir huyendo del país la reina Isabel II, mala hija de aquel mal padre, echada por los revolucionarios de 1868.
Puente mítico, de verdad, el del Bidasoa, que a lo largo de los años ha visto el flujo y el reflujo de la historia de dos naciones a veces aliadas, a veces enemistadas.
A mi llegada al hotel el gerente me entrega un sobre. Lo abro. Alivio. Es una nota de Paul. Me da la bienvenida a Francia y me confirma que nos vamos a ver mañana por la mañana, a las nueve y media. El rendez-vous tendrá lugar en una casa muy cerca de aquí. Qué emoción.