Existen dos sistemas de organización de la sociedad, es decir, de la pacífica cooperación entre los hombres: la organización burocrática y la organización basada en el beneficio.
Es bien sabido que esta segunda forma de organización social es muy impopular en nuestro tiempo. La gente desea sustituir la supremacía de los consumidores tal como funciona en una economía de mercado por una planificación total a cargo de una autoridad central, es decir, el socialismo. Pero, al mismo tiempo, estas mismas personas critican duramente las deficiencias del burocratismo. No comprenden que al clamar por la supresión de la organización basada en el beneficio no hacen otra cosa que pedir más y más burocracia, y aun la plena burocratización de los más mínimos detalles de la conducta humana.
Existen sectores de la actividad del hombre en los que no cabe una gestión basada en el beneficio y en los que debe aplicarse la gestión burocrática. Un departamento de policía no puede funcionar de acuerdo con los métodos que guían a la empresa que persigue el beneficio económico. Una panadería sirve a un número determinado de personas, sus clientes, vendiéndoles su producto; es el patronazgo de estos clientes lo que legitima socialmente el negocio en cuestión, es decir, la rentabilidad. Pero un departamento de policía no puede vender sus ‘productos’; por más valiosas e incluso indispensables que sean sus realizaciones, éstas no tienen un precio en el mercado, y por tanto no pueden contrastarse con los gastos requeridos para llevarlas a cabo.
Este ensayo no condena o acusa a la burocracia. Intenta señalar lo que significa la gestión burocrática y en qué difiere de la otra forma de gestión apuntada. Además, muestra en qué esfera de la gestión de los asuntos sociales es el único método aplicable. Finalmente, intenta poner de relieve los efectos de las tentativas que los actuales gobiernos y partidos políticos han hecho para sustituir la actividad económica libre por la acción gubernativa, así como los que se seguirán en el futuro.
El estudio de estos temas nos da la necesaria visión para enjuiciar adecuadamente los dos sistemas de organización económica de la sociedad: la economía de mercado y el socialismo. Pone de manifiesto el significado del programa de Lenin: «Organizar toda la economía nacional como el servicio de Correos», transformar la sociedad entera «en una oficina y en una fábrica» y convertir a todos los ciudadanos en «empleados del Estado»[3].
Este ensayo se escribió y publicó por primera vez en 1944. En algunos puntos se refiere a situaciones y personas de esa fecha. Desde entonces han variado algunas condiciones y varios ídolos de entonces han perdido su aureola. Pero las características esenciales de los problemas políticos afrontados siguen siendo fundamentalmente idénticas. El gran conflicto histórico entre individualismo y colectivismo divide a la humanidad en dos campos hostiles igual que hace 18 años, por lo que el análisis del contraste entre organización burocrática y organización empresarial conserva plena actualidad.
L. v. M.
Nueva York, enero de 1962