[1] Véase G. M. Trevelyan, A Shortened History of England, Londres, 1942, p. 510. <<
[2] George Friedrich Knapp en su discurso presidencial pronunciado el 1.º de mayo de 1891. Esta alocución se reimprimió varias veces. Las palabras citadas aquí se encuentran en la p. 86 de la edición de 1909 de Die Landarbeiter in Knechtschaft und Freiheit. <<
[3] Véase Lenin, State and Revolution, 1917. Se cita la edición de International Publishers, Nueva York, 1932, pp. 44, 83 y 84. <<
[4] W. E. Woodward, A New American History, Nueva York, 1938, p. 808. En la cubierta de este libro se lee: «Cualquier padre bienpensante de hoy, experimentado en todo, probablemente encontraría más satisfactorio, en general, a Benedict Arnold que a Lincoln como modelo para su hijo». Obviamente, quienes sostienen semejantes puntos de vista no encontrarán ningún defecto en el no-americanismo de la burocracia. <<
[5] Véase más adelante, pp. 155-157. <<
[6] Véase Marshall, E. Dimock y Howard K. Hyde, Bureaucracy and Trusteeship in Large Corporation, TNEC Monograph, n.º 11, p. 36. <<
[7] Véase Dimock y Hyde, óp. cit., p. 44, y el artículo allí citado. <<
[8] No es éste un ensayo sobre las consecuencias sociales y económicas de la imposición fiscal. Por lo tanto no es preciso que nos ocupemos de los efectos de los impuestos sobre la herencia, cuyo impacto ya se ha hecho perceptible en este país durante muchos años, mientras que los efectos, descritos más arriba, del impuesto sobre la renta constituyen un fenómeno más reciente. <<
[9] Estas observaciones no implican una crítica a las políticas prebélicas seguidas por las autoridades inglesas y norteamericanas. Sólo quien hubiera conocido los acontecimientos militares de 1941-43 mucho antes de que ocurriesen tendría derecho a censurar a los demás por su falta de previsión. Los gobiernos no son omniscientes tal como quieren hacernos creer los planificadores. <<
[10] Años de aprendizaje de Wilhelm Meister, libro I, cap. X. <<
[11] Ésta no es una definición del gobierno democrático, sino una descripción de la técnica administrativa de dicho gobierno. El gobierno democrático se define como un sistema de gobierno bajo el cual los gobernados pueden determinar, directamente mediante plebiscito o indirectamente por elección, el ejercicio de los poderes legislativo y ejecutivo y la selección de los cargos superiores. <<
[12] J. M. Juran, Bureaucracy, a Challenge to Better Management, Nueva York, 1944, p. 75. <<
[13] J. M. Juran, óp. cit., pp. 34 y 76. <<
[14] Para un tratamiento más a fondo de este problema decisivo, véase: Mises, Socialism: An Economic and Sociological Analysis, Nueva York, 1936, pp. 113-122, 131-142, 516-521. [Trad. española: El socialismo. Análisis económico y sociológico, 4.ª ed., Unión Editorial, Madrid, 2003]; Mises, Nationalökonomie, Ginebra, 1940, pp. 188-223, 634-645; Hayek, Collectivist Economic Planning, Londres, 1935; Hayek, «Socialist Calculation: The Competitive Solution», en Economica, VII, 125-149. [Los ensayos de Hayek ahora en Socialismo y guerra, vol. X de Obras Completas de F. A. Hayek, Unión Editorial, 1999. <<
[15] Mises, Omnipotent Government, New Haven, 1944, pp. 55-58. [Traducción española: Gobierno omnipotente, Unión Editorial, Madrid, 2002]. <<
[16] The New York Times Magazine, 16 de enero de 1944, p. 9. <<
[17] Tal es la interpretación política del tema. Sobre la habitual interpretación económica, véase más adelante, pp. 155-157. <<
[18] Véase Laband, Das Staatsrecht des Deutschen Reiches, 5.ª ed., Tubinga, 1911, I, p. 500. <<
[19] Véase Pohle, Die gegenwartige Krise der descunchen Volskswirtschaftslehre, 2.ª ed., Leipzig, 1921. <<
[20] Sidney y Beatrice Webb, Soviet Communism: A New Civilization?, Nueva York, 1936, II, p. 1000. <<
[21] Citado según W. H. Chamberlain, Collectivism: A False Utopia, Nueva York, 1937, p. 43. <<
[22] Así pues, los archivos de los departamentos de policía de muchas ciudades europeas proporcionan una información completa de los últimos 100 e incluso 150 años referente a todos los tránsitos de residentes o visitantes y a todos los cambios de dirección. En verdad, una inapreciable y muy explotable fuente de conocimientos para los biógrafos. <<
[23] A los norteamericanos les llama la atención que en muchos procesos europeos el jurado haya de responder a preguntas como las siguientes: ¿Es culpable el acusado de haber asesinado a la víctima? ¿Es culpable el acusado por no haber informado debidamente de su cambio de dirección? <<
[24] Puede bastar citar dos de los libros más brillantes de esta clase: The New Despotism, de lord Howard of Bury, lord jefe de la Justicia en Inglaterra, Nueva York, 1929, y Our Wonderland of Bureaucracy, de James M. Beck, antiguo procurador general de los Estados Unidos, Nueva York, 1932. Obsérvese que el último libro se publicó antes de la implantación del New Deal. <<
[25] Laski, Democracy in Crisis, Londres, 1933, p. 87. Para una refutación magistral de las ideas antidemocráticas de Laski, véase Rappard, The Crisis of Democracy, Chicago, 1938, pp. 213-216. <<
[26] Véase el brillante artículo de James Truslow Adams «Planners See Where Planning Leads», en Barron’s National Business and Financial Weekly, del 31 de enero de 1944, p. 3. <<
[27] Ibíd. <<
[28] Joan Robinson, Private Enterprise or Public Control, pp. 13-14. Resulta extraño que en el prefacio de este opúsculo, la Asociación para la Educación Ciudadana, que lo publica, declare: «Defendemos la democracia», y puntualice que su objetivo consiste en educar a los ciudadanos «en el respeto a los iguales derechos y libertades de los demás». <<
[29] J. G. Crowther, Social Relations of Science, Macmillan, 1941, pp. 331, 333. <<
[30] Lenin, State and Revolution, 1917, Nueva York, 1935, p. 44. <<