CAPÍTULO XII

CONSECUENCIAS SOCIALES DE LAS VARIACIONES EN EL VALOR DE CAMBIO OBJETIVO DEL DINERO

[1] Véase Dernburg, Pandekten, 6.a ed. (Berlín 1900), vol. 1, p. 84. Sobre el hecho de que una de las principales características de una ficción sea la consciencia explícita de su carácter ficticio, véase también Vaihinger, Die Philosophie des Als ob, 6.a ed. (Leipzig 1920), p. 173 [trad. inglesa: The Philosophy of «As if», Kegan Paul (Londres 1924)]. <<

[2] L. 80 Dig.: De solutionibus et liberationibus, 46, 3. Pomponius libro quarto ad Quintum Muciun. Véase Seidler, «Die Schwankungen des Geldwertes und die juristische Lehre von dem Inhalt der Geldschulden», Jahrbücher für Nationalökonomie und Statistik (1894), 3.a serie, vol. 7, pp. 685 ss; Endemann, Studien in der romanische-kanonistischen Wirtschafts- und Rechtslehre bis gegen Ende des 17 Jahrhunderts (Berlín 1874), vol. 2, p. 173. <<

[3] En una recensión a la primera edición (Die Neue Zeit, 30.o año, vol. 2, pp. 1024-1027), Hilferding tachaba los argumentos expuestos de «pura extravagancia». Quizá sea esperar demasiado que este singular sentido del humor lo compartan aquellas clases de la nación alemana que han sufrido a consecuencia de la depreciación del marco. Sin embargo, no parece que esas mismas clases comprendieran mejor el problema hace tan sólo uno o dos años. Fisher (Hearings before the Committee on Banking and Currency of the House of Representativas, 67.o Congreso, 4a Session, on H. R. 11778 [Washington 1923, pp. 5 ss]) señala casos típicos. Ciertamente, ha sido una desgracia para Alemania que su política monetaria y económica de los últimos años estuviera en manos de hombres como Hilferding y Havenstein, no cualificados ni siquiera para ocuparse de la depreciación del marco con respecto al oro. <<

[4] Véase Knies, Geld und Kredit (Berlín 1876), vol. 2, parte I, pp. 105 ss; Fisher, The Rate of Interest (Nueva York 1907), pp. 77 ss, 356 ss. <<

[5] Véase Clark, Essentials of Economic Theory (Nueva York 1907), pp. 541 ss. <<

[6] Véase Walsh, The Measurement of General Exchange Value (Nueva York 1901), pp. 80 ss; Zizek, Die statistischen Mittelwerte (Leipzig 1908), pp. 183 ss. <<

[7] Véase Mügel, Geldentwertung und Gesetzgebung (Berlín 1923), p. 24. <<

[8] Recuérdese que esto se escribió en 1924. (N. del T.). <<

[9] En las sesiones de la Comisión de Encuesta sobre la Moneda, celebradas en Viena en marzo de 1892, y convocadas para preparar la regulación de la moneda austríaca, Carl Menger observó: «Quisiera añadir que no solamente los legisladores, sino todos nosotros en nuestra vida cotidiana, tenemos la costumbre de desdeñar las fluctuaciones del poder adquisitivo del dinero. Caballeros, aun los distinguidos banqueros, como ustedes, confeccionan sus balances anuales sin preguntar si, por casualidad, la cantidad de dinero que representa el capital accionarial ha ganado o perdido en poder adquisitivo». Estas observaciones de Menger no fueron comprendidas por el director del Bodenkreditanstalt, Theodor von Taussig, el más destacado de los banqueros austriacos. Éste contestó: «Un balance es una comparación de la propiedad o activo de una compañía o individuo con sus obligaciones, ambas expresadas en una medida de valor aceptada o en un patrón monetario, por ejemplo, para Austria, en gulden. Ahora bien, no comprendo por qué cuando expresamos de este modo propiedad y deuda referidos a un cierto patrón (que hemos supuesto homogéneo), hemos de tener en cuenta las variaciones del mismo, en lugar de hacerlo, como es costumbre, con las del objeto que ha de medirse». Taussig no vio que el punto de discusión se refería al cálculo del valor de los bienes y al importe de la depreciación a deducir, y no al equilibrio entre los títulos monetarios y las obligaciones monetarias, o que una cuenta de pérdidas y ganancias, si ha de ser exacta, tiene que considerar las variaciones del valor del dinero. Menger no tuvo ocasión de tocar este punto en su contestación, toda vez que estaba más bien interesado en demostrar que sus observaciones no habían de interpretarse, como era la inclinación de Taussig, como una acusación de prácticas turbias por parte de los directores de los bancos. Menger añadió: «Lo que he dicho es simplemente que todos nosotros, no solamente los directores de los bancos (aun los que ocupan altos cargos en ellos) cometemos el error de no tener en cuenta en nuestra vida cotidiana los cambios del valor del dinero». (Cf. Stenographische Protokolle über die vom 8. bis 17 März 1892 abgehaltenen Sitzungen der nach Wien einberufenen Wahrungs-Enquete-Kommission [Viena 1892], pp. 211, 257, 270). <<

[10] Véase mi obra Nation, Staat und Wirtschaft (Viena 1919), pp. 129 ss. Con posterioridad se han publicado en Alemania y Austria diversos escritos sobre estas cuestiones. <<

[11] Véase infra, pp. 401 ss. <<

[12] Véase Ricardo, Letters to Malthus, ed. Bonar (Oxford 1887), p. 10. <<

[13] Véase Hume, Essays, ed. Frowde (Londres), pp. 294 ss. <<

[14] Véase Auspitz y Lieben, Untersuchungen über die Theorie des Preises (Leipzig 1889), p. 65. <<