Cuando el audaz e imperioso otomano derrame sangre polaca y la tiara ceda a los embates de la medialuna, la hoz del Este segará la naciente rosa roja y la conjura bolchevique y mora rematará el magnicidio en Lión. París, Viena, Aquisgrán serán incendiadas. El líbico emblema ondeará triunfante en Sevilla y el tártaro recibirá al Anticristo en la sede humillada de Pedro. Un terremoto asolará a las naciones cristianas: Lisboa y Nápoles desaparecerán. Única isla de salvación en un piélago de mortandad ilimitado: tu propio barrio.
Cuando un feroz grupo de bandoleros al mando de un barítono con mostachos secuestre pistola en mano al Gobierno en pleno Congreso de Diputados y el colorido elenco de actores ofrezca urbi et orbi, en eurovisión, las primicias del pintoresco espectáculo, Escamillo, Carmen, Don José restaurarán el viejo orden castizo de tricornios, manolas y majos. Caprichos y desastres de Goya cobrarán súbita y brutal realidad. Liberales, masones y rojos serán definitivamente extirpados. Único farallón indemne en el mar de barbarie, chulería y desdén: el bunker-refugio de la Rue Poissonnièe.