Diez años necesitaron Fernando e Isabel para conquistar el reino moro de Granada, cuyo derrumbamiento se verificó el 2 de enero de 1492. Tres meses más tarde, el 31 de marzo de 1492, el edicto de expulsión de los judíos de España era firmado en Granada por los Reyes Católicos.

El 15 de junio del mismo año, Abraham Seneor aceptó el bautismo y recibió el nombre de Fernando Núñez Coronel.

El príncipe Juan jamás reinó. Murió a la edad de diecinueve años y fue enterrado en la iglesia del monasterio dominico de Santo Tomás, en Ávila.

Las hogueras de la Inquisición ardieron durante trescientos cincuenta años, consumiendo a judíos conversos, moros, protestantes y otras víctimas.

La Inquisición fue definitivamente abolida en 1834.