1971

Dos hombres caminaron por la luna.

Otros después. ¿Qué puede la palabra,

Qué puede lo que el arte sueña y labra,

Ante su real y casi irreal fortuna?

Ebrios de horror divino y de aventura,

Esos hijos de Whitman han pisado

El páramo lunar, el inviolado

Orbe que, antes de Adán, pasa y perdura.

El amor de Endimión en su montaña,

El hipogrifo, la curiosa esfera

De Wells, que en mi recuerdo es verdadera,

Se confirman. De todos es la hazaña.

No hay en la tierra un hombre que no sea

Hoy más valiente y más feliz. El día

Inmemorial se exalta de energía

Por la sola virtud de la Odisea

De esos amigos mágicos. La luna,

Que el amor secular busca en el cielo

Con triste rostro y no saciado anhelo,

Será su monumento, eterna y una.