A JOHN KEATS

(1795-1821)

Desde el principio hasta la joven muerte

La terrible belleza te acechaba

Como a los otros la propicia muerte

O la adversa. En las albas te esperaba

De Londres, en las páginas casuales

De un diccionario de mitología,

En las comunes dádivas del día,

En un rosto, una voz, y en los mortales

Labios de Fanny Brawne. Oh sucesivo

Y arrebatado Keats, que el tiempo ciega,

El alto ruiseñor y la urna griega

Serán tu eternidad, oh fugitivo.

Fuiste el fuego. En la pánica memoria

No eres hoy la ceniza. Eres la gloria.