Voy a buscarte Daniel te prometí que lo haría y ahora voy a buscarte es una tarde magnífica los inicios del crepúsculo de un día enloquecido de luz esa luz blanquecina deslumbrante cegadora excesiva que yo soporto tan mal que me obliga a resguardarme en cerrados interiores a protegerme los ojos con oscuras gafas de sol pero que adquiere al amortiguarse con la caída de la tarde un inusitado esplendor un remansarse de oro y está el aire quieto como en suspenso y al fondo siempre al fondo de todos mis paisajes el mar azul y me gustaría que las laderas de las colinas estuvieran cubiertas de retama como lo estuvieron hace años una vez no sé si te has fijado nunca en lo hermoso que es en días luminosos de aire quieto y mar azul el amarillo de la retama pero de aquella otra vez hace ya mucho tiempo y tú no estabas con nosotros ni habías nacido siquiera todavía y no era verano claro está porque ni las retamas ni las mimosas otro esplendor amarillo amortiguado como se amortigua el sol excesivo en los atardeceres de agosto florecen en esta época del año pero incluso sin las flores amarillas de retama en las laderas está la tarde magnífica y me gusta qué tontería ir a buscarte en una tarde así tan inmóvil tan hermosa teniendo a lo largo de todo el recorrido a la derecha el mar el mismo mar tiene razón tu padre cuando se ríe a veces y dice que estoy podrida de literatura puesto que en realidad poca importancia ha de tener que sea de una forma u otra la tarde y que nos encontremos tú y yo en uno o en otro lugar y sin embargo tiene para mí un significado acaso ritual tal vez simbólico o quizás meramente estético pura manía de cuidar los decorados puro antojo de que los acontecimientos se desarrollen en lugares apropiados y es posible que a lo largo de años viajar no haya sido para mí otra cosa que elegir cuidadosamente telones de fondo para el amor puntos en que situar como en un cuadro o en un escenario la figura de tu padre amándome o mi figura amándole y esos viajes que te enojaban porque nos íbamos los dos y te dejábamos a ti solo eran únicamente otro pretexto para probarnos el sabor el tacto el oído el olfato en parajes distintos reencontrando en el camino como en un sagrado peregrinaje los puntos de referencia de otros momentos de nuestro vivir a dos y fue durante años y más años desde antes de que tú nacieras hasta ahora hasta no sé exactamente cuándo quizás hace unos meses o unos días quizás empezó muchísimo antes de que yo me diera cuenta siquiera o quizás no ha terminado todavía de ocurrir no sé fue como si nada fuera de Jorge pudiera interesarme como si no existiera nada que desligada de él pudiera yo tener interés en visitar o conocer o experimentar o descubrir como si todo me llegara a través de él en función de él no sé si puedes entenderlo como si tu padre fuera el espejo que me reflejara y yo existiera sólo en el reflejo reducido mi yo real corpóreo macizo tridimensional a un simple pretexto para la imagen dice Miguel que en lugar de hacer del amor el centro de mi mundo me equivoqué y reduje el mundo entero a ser el centro de mi amor y esto o algo muy parecido debió de ocurrir y así al dejarme tu padre al romperse la imagen del espejo al perder el amor quedé sin nada o esto creí yo al menos sin nada incluido tú y el escribir porque hasta mi escritura aunque tienen razón Eva y Pablo y existió en mí antes de conocerle como un modo de conjurar la muerte ahuyentar los miedos exorcizar fantasmas mitigar la soledad existió como mi única defensa posible ante el horror porque otras personas cuando les sucede algo algo las hiere algo les duele y las lastima rezan o beben o se drogan o golpean a su vez o salen al campo o se autocompadecen en brazos de quien sea o se aturden de mil modos pero para mí la única reacción posible ante el horror y el horror es tantas cosas el horror es que los hombres mueren y no son felices y que uno mismo tiene que morir y no es feliz porque nunca fui feliz yo de veras antes de conocer a Jorge y la felicidad me pareció durante años otra de esas mentiras crueles con que nos engañan y confunden para tenernos quietos para forzarnos a decir sí y además de la muerte propia y ajena y siempre inevitable además de que casi nunca casi nadie logre ser feliz y nadie entienda nada y nadie explique nada estaba la injusticia y la violencia y los fuertes pisoteando a los débiles quizás también en un intento de enfrentar así la muerte pisoteando implacables monótonos sin descanso a lo largo de la historia llenando todas las fisuras del tiempo todos los espacios del planeta los fuertes pisoteando a los débiles sin tregua ni piedad y los débiles soñando con ser fuertes para poder así pisotear a su vez la injusticia la violencia la brutalidad el hambre la muerte el sufrimiento de los niños que nada entienden que sufren sin entender sabes Daniel que lo peor para mí lo que no puedo soportar sin interponer pantallas de embriaguez o de locura entre mí y la lucidez es que la gente o los niños o los animales porque primero creí que eran sólo los animales o los niños pero luego aprendí que también los adultos sufren así absolutamente inermes y sin comprender con esa mirada atónita incrédula fascinada que yo no puedo soportar sin desear morir y vi hace ya muchos años una foto en una revista no sé en qué país de América pasaba pero había corrido el rumor de que había rabia u otra epidemia parecida no lo recuerdo bien y luego para colmo resultó que no había sido verdad pero aunque sí lo hubiera sido esto no hubiera cambiado para mí nada en la foto porque en la foto había un niño pequeño quizás de unos siete años un niño pobre mal vestido sentado en la acera de la calle y abrazado a su perro muy quietos los dos muy tranquilos sin ni un gesto inermes de una forma total incapaces totalmente de defenderse de escapar incapaces todavía de entender eso era lo terrible que la foto captaba el momento preciso en que se insinuaba en su mirada el horror todavía velado por la incomprensión y la incredulidad mientras dos hombres se acercaban uno por cada extremo de la calle con los garrotes a punto para matar el perro a golpes es sólo una foto ya lo sé y todo terminó hace mucho tiempo pero lo grave es que cosas así ocurren a miles todos los días en una cadena sin fin que únicamente terminará cuando termine la historia del hombre sobre la tierra y se haga el silencio y comience en cierto modo la única posible paz y a veces muere un perro y a veces mueren los hombres y a veces mueren los niños y nada se justifica ni se redime ni se explica una vez perdida definitivamente la fe en un dios providente la esperanza en una improbable comunión de los santos tanta muerte y tanto sufrimiento invadiéndolo todo y uno mismo paralizado en el horror de la excesiva lucidez imposibilitado de hacer nada o casi nada y antes de conocer a Jorge yo sólo podía escribir ante lo que me dolía que era casi todo ante lo que no entendía que era todo ante tantas y tantas cosas que me daban ganas de matar porque escribir es mi reacción espontánea visceral no aprendida ante el mal ni mejor ni peor que otras supongo y por eso escribía yo antes de conocer a tu padre y tienen razón Eva y Pablo cuando aseguran que no empecé a escribir por él que no fue él quien me regaló la voz y las palabras y que yo hubiera seguido escribiendo de todos modos con Jorge o sin Jorge quizás en el fondo porque no sé hacer ninguna otra cosa ni sé defenderme de otra forma pero también es cierto que sólo he escrito para él básicamente para él desde el día en que le conocí porque a partir de entonces y hasta hace muy poco escribir ha sido para mí ante todo un modo más de aproximarme y de explicarme de explicarme a Jorge para qué iba yo a querer explicarme a nadie más escribir era uno de los elementos de nuestro juego a dos nunca lo siento Daniel a tres porque para llegar a Jorge me parecían pocos todos los caminos y había que inventarlos y porque la poesía me daba la posibilidad de decirle algunas cosas que no me atreví a decirle directamente cara a cara jamás pues hay en mí cierto sentido del pudor que no he terminado nunca ni siquiera con tu padre de vencer y el hecho de que aquello que yo escribía para él se convirtiera luego en un libro se publicara en forma de libro y obtuviera críticas favorables unas veces adversas otras y hasta se vendiera me pareció siempre un disparate un puro disparate el que mis libros se vendieran el que unas personas que no eran Jorge que no eran tan siquiera amigos nuestros que ni me conocían se metieran en una tienda y los pidieran o los eligieran en los estantes y dejaran su buen dinero en caja o sobre el mostrador y se llevaran el ejemplar envuelto bajo el brazo yo no lo he visto nunca sabes nunca vi a nadie comprando un libro mío y quizás por eso no me lo termino de creer pura falacia como tantas otras mera ficción entre ficciones al igual que tampoco me he reconocido casi nunca en lo que dicen los críticos contra mí o a mi favor y ganas me dan de interrumpirles no se molesten por favor señores se trata de un error esto no es para ustedes no fue proyectado para ustedes ni para esa gente extraña que compra engañada los ejemplares en las librerías en realidad deberían llevar estampillado en la cubierta escrito únicamente para que lo lea Jorge pero tu padre estaba contento con mis libros y con las ventas y con las críticas o por lo menos eso me parecía a mí y a lo mejor lo inventaba para encontrar nuevos estímulos y acicates para trabajar cualquiera sabe pero a mí me parecía que se ponía orgulloso y contento y me sonreía y me pasaba una mano por el lomo como a su galgo favorito que ganara todas las carreras y si yo hubiera insistido en convencerle de que se trataba de un malentendido y no eran mis poemas en modo alguno literatura sino desnudos gestos de amor es posible que no le hubiera gustado aunque seguro que tu padre me ha querido mucho y le creo cuando me dice en su carta que nunca había querido a nadie antes tanto ni ha de querer a nadie así en el futuro muy firme muy recio muy entero el amor de tu padre por mí muy superior acaso a mi loco amor disparatado en el que quise redimir todos mis miedos todos mis fracasos tantas y tantas frustraciones tanto temor durante años a no ser querida de verdad entendida de verdad jamás tanto temor a no vivir jamás a dos y a no ser yo capaz de vivir sola y quizás a eso se deba lo desmesurado lo excesivo lo disparatado de mi entrega de mi centrarlo todo en él y esto le ponía incómodo y mal algunas veces y ahora pienso que tu padre hubiera preferido que yo le quisiera no menos pero sí de otra manera o que lo empezó a preferir una vez transcurridos los dos o tres primeros años y estoy casi segura de que le hubiera resultado más molesta que halagadora la certeza de que yo escribía para él el convencimiento de que esto no era una de mis fantasías exaltadas y novelescas sino una verdad literal y en realidad lo cierto era que yo escribía antes de conocerle como conjuro como exorcismo como defensa siempre en defensa propia para que no me anonadara el espanto de tener que morir y de que tuvieran que morir los otros el espanto de la incertidumbre total acerca de lo que pueda ocurrirnos en el próximo instante el espanto de tanto dolor acumulado a lo largo del tiempo a lo ancho del mundo y que parecía pesarme a veces todo junto en el pecho porque yo era más frágil más sensible más boba porque nací quizás peor equipada para vivir más propensa por tanto a aceptar que vivir de sueños es lo verdadero puesto que la realidad me parecía demasiado terrible para poderla soportar demasiado terrible para que ningún ser humano la pueda lúcidamente asumir y creo que hasta que conocí a tu padre hasta el momento de la noche en que conocí a tu padre yo pensé siempre que hubiera sido preferible mil veces no haber nacido no existir como ser humano en el planeta tierra creo que nunca le había dicho en serio sí a la vida pero entonces apareció tu padre apareció Jorge y me tomó al pasar como se arranca una flor blanca de un seto cubierto de otras flores y me llevó consigo y fue todo para mí tan rápido tan inesperado puesto que nunca me había atrevido sabes a esperar yo tanto que no tuve tiempo siquiera de reaccionar ni de pensar él lo decidió todo por mí y en unos segundos en poquísimas palabras nos veremos todos los días durante toda la vida dijo aquella primera noche cuando ni siquiera nos habíamos acostado todavía juntos cuando no habíamos hecho siquiera el amor y no sabíamos nada nada el uno del otro y en unos segundos sin apenas palabras estuvo todo dicho todo acordado todo sellado y entonces aprendí y lo creo todavía a pesar de todo y contra todo yo lo creo todavía aprendí que ciertamente la existencia del hombre sobre la tierra es en muchos aspectos en muchísimos momentos atroz pero que con toda certeza el amor sólo el amor es fuerte como la muerte puede alzarse contra la muerte como un estandarte en llamas como una enseña sagrada sólo el amor es fuerte y terrible como la muerte y por más que al final la muerte haya de ganar forzosamente la partida antes de este final pueden existir unos espacios de tiempo en que la vida transfigurada en amor triunfe sobre la muerte y al principio durante las primeras semanas en que dormí con tu padre yo despertaba a veces en la noche más asustada incluso que antes de conocerle puesto que tenía ahora por vez primera algo muy valioso que perder algo extraordinario de lo que no me podían despojar y le despertaba a él no quiero morir tengo miedo y no quiero morir y tu padre me estrechaba más fuerte y me acunaba no tengas miedo tontita nosotros no moriremos jamás y esto me bastaba porque había en torno de tu padre como un halo de seguridad un espacio y me refiero a un espacio casi físico en el que nada malo podía sucedemos y yo estaba a salvo de todo hasta de morir pero luego más tarde mucho más tarde mucho más adelante comprendí y ya no desperté más asustada en medio de la noche ya no le dije más yo no quiero morir porque en los brazos de tu padre en el amor con tu padre se daba una intensidad tal una tal plenitud de vida que la muerte carecía de importancia y después de hacer el amor con tu padre no he conocido nada parecido no creo que haya nada en el mundo que pueda comparársele nada como el amor entre un hombre y una mujer que se aman después yo quedaba en paz con todo reconciliada con el universo entero dispuesta a aceptar hasta lo inevitable del morir y por primera vez y por última vez en mi vida yo dije sí no sé a quién no sé a qué exactamente si a dios o a la vida o a la realidad o a los sueños yo dije sí y todavía ahora Daniel incluso en este momento en que despojada de todo voy a tu encuentro como al encuentro de un desconocido si hubiera algo que yo pudiera desear para ti algo que yo pudiera merecer para ti de las hadas o del destino desearía esto porque no he conocido nunca nada que pueda comparársele y no creo que exista y a partir de entonces yo no escribí ya más contra la muerte contra el horror no escribí ya más en defensa propia ni en defensa de nadie puesto que la muerte había perdido prestancia y entidad e incluso verosimilitud y no había por otra parte necesidad ninguna de protegerse una vez descubierta la maravilla de vivir a dos anulados mis miedos conjurados mis fantasmas por la maravilla de afrontarlos a dos de que alguien combatiera a tu lado codo contra codo y te cubriera los flancos o la retirada y no había punto al que yo no pudiera llegar meta que no pudiera conseguir si tu padre estaba conmigo y me cubría y también entonces por vez primera pude decirme sí a mí misma pude aceptarme como era porque en realidad lo que yo fuera o dejara de ser no tenía ninguna importancia ya desde el momento en que tu padre me había cogido al pasar como quien arranca una rosa y me había elegido como suya y la escritura se me metamorfoseó entonces en otra forma de amar otro camino por el que aproximarme a Jorge porque él ha sido para mí durante años el único camino por el que me llegaba todo y a mí me parecieron durante años pocos todos los caminos para llegar hasta él y para más amarle y no hubo otro camino ni otra forma superior a la escritura hasta que llegaste tú hasta que te inventé a ti para mejor amarle a él para poder amarle en unas zonas que no había conseguido alcanzar jamás que me escapaban siempre todos aquellos años anteriores a nuestro encuentro en los que él existió y no estuvo conmigo años a los que yo no había encontrado camino para arribar y que añoraba como algo muy mío y muy perdido porque no me bastaba el presente ni siquiera el futuro para quererle y le quería amar y acompañar también en su pasado cuando fue adolescente cuando fue un hombre joven y más atrás aún cuando era niño y acaso haya sido este el más peligroso de mis sueños la más loca de mis múltiples locas fantasías en la que se me mezclaron además tantas y tantas cosas porque tener un hijo concebir lúcida y temeraria y voluntariamente un hijo era asumir el más inconmensurable de los riesgos era entregarle sin lugar a dudas rehenes al destino pero era asimismo el modo más rotundo evidente e irrenunciable de decirle sí a la vida sí a la muerte sí a la aventura de la raza humana sobre el planeta tierra era participar de lleno en el gran juego del que siempre antes había querido yo quedar al margen y tú fuiste para mí ante todo una vía mágica para recuperar a tu padre en el pasado para tenerle niño y fuiste a continuación el mejor medio de que yo disponía de que dispone cualquier hombre para decirle sí a la vida y siempre antes había propugnado yo como el poeta que son los espejos y la cópula abominables puesto que nos reproducen y nos multiplican siempre hasta que conocí a tu padre y en él a un hombre que no me pareció abominable multiplicar y cuya imagen no me pareció ya abominable reproducir y deseé tanto tanto durante el embarazo que te parecieras mucho a él tanto tanto que no te parecieras en nada ni para nada a mí espantada de reencontrar en el hijo mis flaquezas mis perplejidades mis miedos mi falta de capacidad para el real vivir y cuando por fin naciste y entraban médicos y monjas y enfermeras en la habitación para asegurarme que hacía meses que no había nacido en la clínica otro niño tan grande otro niño tan rubio otro niño tan fuerte y tan hermoso imposible prever en el bebé al adolescente flaco y feúcho y desgarbado que ahora eres y me sentía yo contenta y halagada y un poco avergonzada cuando comentó el pediatra que era extraño y poco frecuente un grado tal de parecido con el padre y sacaron de bolsos y carteras tías y primas fotos de Jorge niño y erais en efecto en todo tan iguales cuando Jorge me abrazó fuerte junto a tu cuna y me dijo que ahora había hecho todo lo que había querido hacer en la vida que ahora podía ya morir tranquilo morir y lo decía riendo claro y le callé la boca a besos porque éramos dichosos y no pensábamos ni por lo más remoto en morir relegada la muerte enemiga hasta los más remotos confines de la realidad más que nunca inverosímil e improbable yo pensé también que todo había sido correctamente realizado y felizmente cumplido pero antes de ti no había existido otra forma superior a la escritura para aproximarme a Jorge y para mejor amarle y al conocerle puse donde había alzado antes como un baluarte contra la muerte mis poemas mi amor y en esta necesidad de interponer barricadas o cortinas de humo entre nosotros y nuestra muerte me parece que somos en definitiva los hombres muy iguales y los más realistas los más duros los más recios los más fuertes los menos propensos y proclives como diría tu padre a la literatura vana a vanas fantasías los menos en apariencia preocupados o temerosos comparten en realidad compartimos todos al despertar acaso sobresaltados en la noche el mismo miedo básico y elemental a morir y no hacemos acaso otra cosa a lo largo de la vida que levantar lo que sea erigir lo que sea entre nosotros y la muerte cualquier pretexto capaz de hacernos olvidar que somos mortales capaz de obsesionarnos hasta tal punto de dolemos hasta tal punto incluso que se nos desdibuje la certeza del morir y unos interponen el afán de dinero de prestigio de fama como si la fortuna la celebridad el respeto de todos pudieran protegerlos y otros interponen más nobles y generosos y humanitarios ideales y los suicidas interponen su suicidio entre ellos y su muerte entre ellos y su terror a morir y los creyentes dichosos ellos interponen a su dios providente su comunión de los santos su vida eterna y hay algunos que interponen el riesgo y al vivir peligrosamente al jugarse la vida con arrojo por lo que sea están conjurando asimismo su pavor ante el morir y yo interpuse primero la literatura porque no disponía en mi indigencia de otras mejores y más firmes barricadas y luego sustraje la literatura de esos bretes y la sustituí por el amor y a partir de ahí se me ha resuelto todo entre estos dos polos únicos y contrapuestos y enfrentados del amar y el morir que se reparten en sucesivos avatares en sucesivos avances y retrocesos el campo de batalla que es mi vivir de modo que el terreno que abandona el amor que no cubre el amor es invadido de inmediato por la muerte y quizás esté ahí una de las razones por las que ha adquirido desde siempre el amor en mi vida un lugar que parece a los otros desmesurado la razón de que todo lo demás haya quedado reducido a ser el centro del amor incluso tú incluso mis poemas y no fuiste nunca para mí ni en el primer momento en que te imaginé como posible un recurso como sé lo son los hijos para otras personas una barricada contra la muerte un intento de perpetuarse y sobrevivir en algún modo como por delegación y conseguir así el engañoso triunfo de que algo suyo quede vivo sobre la tierra cuando ellos hayan muerto tú no fuiste nunca esto no te fantaseé jamás como una prolongación de mí misma quizás como una prolongación de Jorge quizás lo seguro es que fuiste junto con mi escritura el mejor camino para llegar al hombre que yo amaba fuiste junto con mi escritura lo más precioso de este mundo que yo reduje sin embargo a ser tan sólo el centro de mi amor asumiendo el riesgo de juntamente con el amor perderlo como creí de hecho haberlo perdido este verano al perder el amor desligada de todo incapaz de escribir incapaz en cierto modo lo lamento Daniel incapaz de pensarte a ti en ti mismo de disociar mi amor por ti del amor que había sentido por Jorge porque es incomprensible que a lo largo de todo este verano no se me ocurriera ni una sola vez la posibilidad de llevarte a ti conmigo cuando yo me marchara cada vez más segura de que iba a marcharme aunque no sabía dónde porque tampoco era capaz de proyectar mi propia imagen en un futuro inverosímil en el que estaría sola y sin él expulsada yo este verano del discurrir del tiempo desalojada de mí misma suspendida sobre la nada sobre el no ser sobre un pavoroso vacío equivalente en todo al de la muerte con esa extraña sensación de que la película había terminado para mí y no tenía sentido seguir como una idiota sentada para nada en el patio de butacas con esa extraña vocación que me nació de pronto de ser piedra o lagarto piedra pulimentada por las olas hasta arrancarle el alma y arrojada a la orilla de la playa lagarto adormecido que se sueña a sí mismo vegetal tronco cubierto de algas postrer residuo enmohecido del último naufragio y ya sé reconozco que es siempre dura amarga triste la pérdida del amor que es siempre doloroso para todos su final y seguramente mucho más para las mujeres tan habituadas tan adiestradas y en eso no soy rara ni excepcional adiestradas y constreñidas y forzadas desde niñas a poner nuestro personal vivir en función de otro y acaso todavía es peor para las mujeres que están empezando como Eva como yo a envejecer y acaban de cerrar tras de sí ese magnífico espacio de vida en que uno parece capaz de comérselo todo de poder con todo de superarlo todo de reconstruirlo todo otra vez desde la nada y se hacen más y más dependientes y acaso sea todavía peor todavía más duro para aquellas mujeres que han llegado como habíamos llegado nosotras a los treinta a los treinta y cinco con la firme certeza de no tener que preocuparnos más nunca por los problemas de la soledad porque a nuestro lado estaba un hombre que nos quería y seguiría allí lo que nos durara la vida como garantía y aval de tantas cosas y no es exacto que yo no pueda comprender a Eva comprender a las otras que no pueda en modo alguno hacerme cargo de lo que supuso para ella descubrir que Pablo estaba con aquella chica de lo mucho que temió estar en trance de perder y que quiso a toda costa salvaguardar a cualquier precio mantener como lo ha mantenido al fin lo han mantenido los dos a un precio eso sí que ignoro si podrán pagar en un futuro hipotecado porque estaba en juego la vida de tantos años en común los hijos en común y los amigos las costumbres la seguridad el miedo a verse solos el miedo incluso a representar un papel desairado en la gran farsa a quedar en ridículo a figurar para siempre en la larga lista de los fracasados de los perdedores de los poco diestros en el oficio de vivir y tantas y tantas cosas estaban parece en juego y ni Eva ni Pablo las han querido perder en parte porque creen que si uno no lo ha perdido todo no ha perdido nada y ellos sabían con certeza que no podían haberlo perdido todo que en ningún momento lo habían arriesgado y no lo habían podido por consiguiente perder pero para mí la partida había sido algo distinta más ingenua más tonta más total también y no sé en qué momento empecé yo a contarme y a contar a otros la hermosa historia de una chiquita tonta y fea y asustada y gris que no tenía nada que no había sido feliz nunca y que lo encontró todo incluida la dicha al encontrar el amor la hermosa halagadora historia de que tu padre y yo habíamos inventado el amor sobre la tierra la fascinante historia de que nadie se había querido antes como nosotros nos estábamos queriendo y no sé tampoco en qué momento Jorge que había ayudado gustoso y solícito a tabularla que se había obstinado en establecerla que había elegido con entusiasmo compartirla dejó en el fondo de creer en ella dejó de contársela y contármela la abandonó definitivamente mientras yo por el contrario me la seguí repitiendo durante demasiado tiempo a solas y es grotesco contarse uno a sí mismo esas historias cuando nadie las comparte ya y no fue al comenzar este verano sino mucho mucho antes en el momento preciso en que dejó de creer en nuestra hermosa historia de amor por los dos a medias tabulada por los dos a medias sostenida fue entonces cuando me abandonó aunque yo no me enterara siquiera no quisiera o no pudiera darme cuenta obstinada en vivir mis sueños hasta el final obstinada en negar que a tu padre le estaba pareciendo de pronto o le iba pareciendo gradualmente agotadora y excesiva esta forma mía de amar y es que todo estuvo supongo mal montado en el aire montado o en los sueños desde el principio o quizás no yo no lo sé depende de lo que uno persiga de lo que uno busque y tal vez para aquello que yo quería la historia tuvo que ser así porque lo quería todo sabes no me conformaba con menos que la luna y sea cual haya sido luego el precio lo cierto es que la tuve tuve en mis manos la luna y nadie logrará convencerme de que tenerla no mereció la pena la tuve años y años porque Jorge me la dio en un instante con cuatro palabras cuando dijo todos los días durante toda la vida y no me la quitó hasta mucho después también en un instante y con poquísimas palabras no se te ocurre que tú y yo podemos haber dejado de querernos y no Daniel a mí no se me había ocurrido que pudiéramos dejar de querernos porque querernos era un primer principio en el que se apoyaba para mí cualquier razonamiento posterior querernos era la base en que se asentaba el mundo y mi visión del mundo querernos estaba en la raíz en la mismísima raíz de mi existir y al cesar este amor o la certeza mía de este amor o mi fe ciega en este amor todo el complicado andamiaje de mi vivir debía venirse forzosamente abajo y todo abajo se vino y repito que no pudo haber sido de otro modo porque si para Eva o para Pablo o para el otro poeta para Miguel aquel que no lo ha perdido todo no ha perdido nada para mí en cambio y para aquellos que viven como yo aquel que ha perdido una parte lo ha perdido irremisiblemente todo puesto que todo andaba unido y revuelto y junto y hay envites en los que no se concibe el regateo hay apuestas que no admiten tope ni rebajas y la luna se tiene o no se tiene y si alguien ha ido a buscarla para ti a lo alto del cielo o al último círculo de los infiernos y te la ha puesto entera en los brazos hermosa luna pálida del más radiante plenilunio y luego viene y te la quita no podemos negociar déjame por favor un pedazo hay que abrir los brazos y dejar que la luna escape resbaladiza rauda vertiginosa de nuevo hasta lo más alto del cielo y no sé lo que haré yo en adelante nunca como hoy en este día último de agosto en que voy a buscarte por la carretera costera junto al mar he estado tan vacía de proyectos tan vacía de imágenes ciertas que proyectar en un futuro no sé qué haré y es posible que en otros momentos con otros hombres acepte yo también empeños más cautos apuestas más prudentes pero nadie deberá hablar entonces para nada de la luna no se constituyen sociedades comanditas con riesgos calculados si lo que uno quiere es conseguir la luna y yo quería la luna y la pedía y alguien me la trajo y luego la perdí y allí quedé atónita incrédula despojada en medio de las ruinas todo ruinas a mi alrededor un mundo en ruinas traicionada yo hasta tal punto abandonada hasta tal punto que para nada podía ya importar que hubiera o no en la vida de Jorge otras mujeres de qué demonios me estaban hablando no importaba siquiera que hubiera dejado realmente de quererme o que hubiera esgrimido la duda no se te ocurre etcétera en un arrebato de exasperación de mal humor acaso de despecho no importaba para nada tampoco que como predijo Miguel desde mi primera visita y apoyaron luego los amigos y ha confirmado ahora con su carta Jorge él quisiera tal vez a la postre seguir conmigo o contigo o con los dos quisiera salvar acaso esas realidades tan valiosas tan concretas e irrenunciables que salvan las parejas de los naufragios incluido el juego de café de porcelana inglesa que regaló el día de la boda la abuelita esas realidades esas posesiones que han salvado ahora Pablo y Eva de su naufragio particular despedida la chiquita pelirroja que lloraba tanto y le había querido tanto pero que rehará sin lugar a dudas su vida es tan joven y tan hermosa porque a estas alturas de la historia Pablo sigue creyendo en la prepotencia y el poder de las mujeres muy hermosas que no han cumplido todavía los veinte años y que pisan parece más fuerte que nadie y ya son ganas de seguir creyendo devuelta Clara a su lugar de origen con algunos rasguños en el alma ciertas magulladuras en el cuerpo porque torpe hasta el fin obstinada en hacerlo todo mal no se arrojó al paso del tren se dejó arrollar sólo tontamente por una motocicleta no lo bastante para matarse pero sí lo suficiente para dejarse conducir luego inerme y sin protestas atontada por el encontronazo y por los analgésicos a la casa de sus tíos y ahora Eva y Pablo están recogiendo y restaurando juntos los restos del naufragio pero nada de eso importa en mi caso para nada ni siquiera que yo le quiera más o menos todavía que sea más o menos duro proseguir sin él aceptar la definitiva muerte de mis sueños o de mi más hermoso sueño salir arrastrándome de las ruinas y reconstruir sola con uñas y dientes una mínima guarida en la que guarecerme y desde la cual continuar y no importa cuánto tiempo me lleve todavía el asumir de verdad hasta el fondo una vida sin Jorge asumir que estoy entrando ahora en la recta final y galopan a mi alrededor los corceles enloquecidos definitivamente desbocados coceando furiosos acometiéndose los unos a los otros escupiendo espuma por entre los dientes relinchando impacientes o asustados porque hemos entrado en la recta final y todos sospechamos ya que hemos sido cruelmente engañados que competimos para nada que no ha de haber un vencedor no habrá premio en la meta nadie que nos corone de laurel que nos haga sentar a la diestra del padre todos sabemos ya que al llegar al final hemos de encontrar sólo un seto algo más alto y al otro lado el vacío el desplomarse a plomo en el vacío entre relinchos desesperados y crujir de dientes y cocear inútil sabemos todos ya que estamos corriendo despavoridos hacia la muerte y a nuestro lado corren otros como nosotros enconados maleados enfurecidos y no hay para ellos ni para uno ni para nadie la más remota posibilidad de escapar no hay posibilidad ninguna de hacer una pausa de pedir una tregua de detener un solo instante ese galope lanzado e incontenible que nos arrastra en un torbellino de ruido y furia sólo nos queda acaso en la recta final el placer de correr con elegancia de galopar con el mejor estilo para satisfacción propia para nada porque no puede hacerse ya otra cosa y en esta recta final Daniel que hace mucho entendí como inevitable pensé siempre que correría a dos pensé que sentiría contra la piel el aliento cálido de tu padre que mezclaríamos sudores y agonías hubiera sido muy hermoso muy reconfortante correr a dos saltar a dos hacia el vacío o saber simplemente que alguien te estaba amando y galopaba a tu lado flanco contra flanco piel contra piel y no sé si esto es siquiera posible ignoro si a lo largo de los tiempos se ha producido alguna vez yo a mi alrededor no lo he visto nunca pero sería hermoso es algo en cualquier caso que merece la pena tratar de conseguir algo por lo cual merece la pena luchar y yo hice en cierto modo la única apuesta que considero válida la única apuesta honesta la única apuesta sensata qué otra cosa se le puede pedir al amor qué otra cosa se le puede pedir sin sentir vergüenza a un hombre en nombre del amor sino esta solidaridad profunda ante el dolor y ante la muerte y yo lo jugué probablemente mal y es seguro que perdí pero quiero que sepas que mi apuesta era esta y que en ningún momento me hubiera conformado con menos porque no existen regateos ni rebajas para quienes pedimos la luna y ahora estoy magullada aturdida quizás coja y es probable que no sea siquiera una yegua fina una yegua de raza un pura sangre y sé ya que nadie definitivamente correrá a mi lado que nadie me verá caer al llegar al final y voy a correr sola y no es esto lo que hubiera querido ni lo que había proyectado pero estoy viva todavía y voy a correr voy a correr del mejor modo posible sin coces ni relinchos con el mejor galope que permitan mis patas magulladas y pienso que a lo mejor esto era inevitable y uno corre siempre solo en la recta final y pienso también que la belleza no sirve para pisar fuerte ni para ejercer poder la belleza es siempre gratuita es siempre para nada se completa se realiza en sí misma y voy a correr una carrera hermosa para nada para nadie no hay una meta no hay premio tampoco no hay tan siquiera espectadores pero voy a correr Daniel lo mejor posible lo más hermosamente posible hasta el final y quiero que sepas que a lo largo de todo el verano estuve vacía hueca exiliada del tiempo y de mí misma incapaz de sentir incapaz de reaccionar o de hacer incapaz incluso de escribir desligada del mundo porque Jorge había sido el camino por el que todo llegaba hasta mí y yo había quedado desgajada del mundo al perderle a él como camino y ni una sola vez a lo largo del verano pensé en poder llevarte a ti conmigo segregada de ti como de todo pero entonces dijiste yo quiero vivir contigo y fue como si tanto amor bloqueado hubiera excavado en un instante nuevos cauces hubiera abierto nuevas sendas y era tan increíble y tan extraño tan imprevisible y en aquel preciso instante dejaste de ser para mí el hijo de otro el hijo de Jorge el niño que yo había amado y cuidado y mimado y situado en el mismo centro de mi vivir pero siempre como el hijo de Jorge siempre en función de Jorge y te transformaste en un desconocido en un adolescente flaco y feo y encantador que se reía de mi sorpresa y de mi atolondramiento que se reía de mí con los ojos chicos esa risa que te nacía en lo hondo de los ojos y que no era ya que no será ya nunca la risa de tu padre sino tu propia risa un adolescente que parecía deseoso de protegerme y esto me resultaba extraño también que tú a mí pudieras protegerme cuando siempre lo había imaginado a la inversa y eres un niño todavía apenas un proyecto de adolescente y al fondo estaba el mar azul como ha estado ahora a mi derecha a lo largo de todo el recorrido y me gustó que ocurriera en una tarde tan hermosa que lo dijeras en una tarde tan esplendorosa que se produjera la metamorfosis en una tarde tan luminosa y estival como me gusta ahora que sea muy bella y parecida esta tarde de hoy en que cumplo mi promesa y voy a buscarte y quizás me estés esperando ya junto al tronco caído con la mochila a punto porque acaso tengas como yo la fascinación por lo reiterativo y lo ritual el mismo gusto por lo mágico y lo lúdico y estaremos los dos en pie el uno frente al otro riendo desde lo hondo de los ojos y tal vez sin tocarnos como dos seres muy próximos y muy desconocidos esas estelas funerarias de los griegos recuerdas esos relieves elegantes y finos y distantes en que dos figuras erguidas se miran de hito en hito y se despiden o se reencuentran en los límites de la vida y de la muerte y tendré que aprender a conocerte y tendremos que aprender a comunicarnos y a querernos directamente de mí a ti de ti a mí sin intermediarios y a lo mejor llevas tú años intentándolo a lo mejor hace ya tiempo que tú lo habías conseguido y no me había dado yo ni cuenta y no sé lo que será de nosotros lo que será de mí si lograré establecer nuevos lazos con el mundo abrir también nuevos caminos, si reencontraré como te he reencontrado a ti mi escritura si amaré yo de nuevo alguna vez ni cómo habrá de ser un nuevo amor no sé nada de nada nunca en toda mi vida he sabido tan poquísimas cosas he estado tan en blanco tan libre y flotante y disponible no sé nada de nada Daniel pero estoy viva y corro en la carrera y seguiré adelante sola o acompañada y es posible que no deje ya nunca de pedir la luna no sé nada de nada pero corro hacia ti voy a buscarte siguiendo la línea del mismo mar azul de todos mis veranos y sabes Daniel estoy contenta de verdad contenta.

Fin