AGRADECIMIENTOS

Tanto en los momentos difíciles como en los afortunados, los budistas tibetanos tienen presente a su santidad el Dalai Lama. En mi caso, su guía, sus bendiciones y sus visualizaciones fueron fundamentales en mi ascensión al monte Everest, en el regreso al lado de mi familia y en el conocimiento, por pequeño que sea, que adquirí en el camino.

En igual medida, estoy profundamente agradecido a Trulshig Rimpoché, Chatral Rimpoché, Tengboche Rimpoché y el fallecido Geshé Sonam Rinchen Rimpoché por sus adivinaciones, plegarias y bendiciones antes, durante y después de la expedición IMAX al Everest de 1996.

Mi esposa, Soyang, también merece un agradecimiento especial. Fue paciente con mi sueño y al final tuvo fe en él. Noté sus plegarias, bendiciones y apoyo durante todo el camino, como las siento ahora. También quiero dar las gracias a los padres de Soyang, Metok Yangchen y Namgyal Dorjee, por su fe, sus plegarias, su ayuda y sus consejos.

Mi hermano Dhamey Tenzing; mi cuñado, Tsedo, y mis hermanas, Deki Tenzing, Pem Pem Tenzing y Nima Galang, me dieron apoyo moral e información importante para escribir este libro. La ayuda que me brindó mi hermano mayor, Norbu Tenzing, resultó absolutamente indispensable y le estoy muy agradecido por su apoyo y su compromiso en este proyecto.

Mi especial agradecimiento a nuestro editor, Doug Abrams, por haberse puesto en contacto conmigo y darme la oportunidad de divulgar mi relato. Doug tenía confianza en mí y su dedicación al libro ha sido total. Su experiencia editorial, sus consejos y su colaboración han sido fundamentales para que el proyecto se haya convertido en realidad.

J. T. N.