Pero ahora las puertas del infierno son una vieja leyenda;
Remota parece la angustia;
Las armas están enfundadas bien lejos;
Sueños dentro de sueños.
Y ya lejanos, muy lejanos, están los lodos de Flandes y el dolor de Picardy;
Y la sangre que corre por allí, más allá incluso que el ancho y baldío mar.
Rose Maucaulay, «Picnic, julio de 1917».