SEGUNDA PARTE

Pero ahora las puertas del infierno son una vieja leyenda;

Remota parece la angustia;

Las armas están enfundadas bien lejos;

Sueños dentro de sueños.

Y ya lejanos, muy lejanos, están los lodos de Flandes y el dolor de Picardy;

Y la sangre que corre por allí, más allá incluso que el ancho y baldío mar.

Rose Maucaulay, «Picnic, julio de 1917».