En febrero de 2012, todos los periódicos del mundo abrían sus portadas con el siguiente titular: «¿Existe un complot para matar al papa?». El del periodico italiano Il Fatto Quotidiano era aún más contundente al asegurar: «Conspiración contra el papa: Benedicto XVI va a morir dentro de doce meses». La publicación de un supuesto documento secreto y las «profecías» de un religioso encendieron las alarmas de los Servicios de Seguridad del Vaticano. Domenico Giani, jefe de la Gendarmería vaticana, sería el encargado de informar a Benedicto XVI sobre el supuesto complot para asesinarle.
Según parece, el colombiano cardenal Darío Castrillón Hoyos, miembro de los «bertonianos», habría entregado al secretario de Estado un documento «estrictamente confidencial», fechado el 30 de diciembre de 2011, escrito en alemán y dirigido al papa Benedicto XVI. El documento, de una sola página, era una serie de denuncias e indiscreciones cometidas por el cardenal Paolo Romeo, arzobispo de Palermo y seguidor del grupo de los «diplomáticos». El texto constaba de seis puntos concretos y muy polémicos de los que el cardenal Castrillón se «chivaba» a Bertone: crítica abierta a Benedicto XVI por no asumir sus responsabilidades y dejarlas en manos de Bertone, el odio de Benedicto XVI a Bertone, el odio de Bertone a Scola, la preparación de Scola para ser futuro papa, la profetización de la muerte del Sumo Pontífice en los próximos doce meses y la sucesión del Papa por el cardenal Angelo Scola. Il Fatto Quotidiano se centraba en el tercer párrafo del documento, en el que el polémico arzobispo de Palermo venía a demostrar que existía un intento de acabar con la vida del Sumo Pontífice:
Seguro de sí mismo, como si lo supiese con precisión, el cardenal Romeo ha anunciado que al Santo Padre le quedan solo doce meses de vida. El cardenal Romeo ha profetizado la muerte del papa en los próximos doce meses. Las declaraciones del cardenal fueron expuestas por una persona probablemente informada de un serio complot delictivo con tal seguridad y firmeza que sus interlocutores en China han pensado, con horror, que se esté programando un atentado contra el Santo Padre.
El documento comienza con una larga frase destacada: «Viaje del cardenal Paolo Romeo, arzobispo de Palermo, a Pekin en noviembre de 2011». Explica a continuación que, durante sus conversaciones en China, país al que viajó en calidad no oficial, el cardenal Paolo Romeo profetizó la muerte de Benedicto XVI en los próximos doce meses. Cuando la información se hizo pública, el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, tan solo llegó a decir: «No doy crédito a eso. […] Me parece una cosa tan lejos de la realidad y poco seria que no quiero ni tenerla en consideración. Me parece increíble y no quiero comentar nada». Por otro lado, el vaticanista Andrea Tornielli señala en el diario La Stampa que no solo dudaba de la autenticidad del documento, sino que aunque fuera «inconcluso», no le daría mucha credibilidad. Tornielli sí confirmaba las sospechas, que muchos expertos apuntaban ya, de que el documento escrito por el cardenal Castrillón Hoyos era un signo más de las batallas internas que se estaban librando dentro de los departamentos de la Santa Sede entre «bertonianos» y «diplomáticos».
El cardenal Paolo Romeo, arzobispo de Palermo, había viajado a la capital china, donde se entrevistó con empresarios italianos y algunos funcionarios del Gobierno chino. Romeo no se reunió con ningún jerarca católico en el país asiático, aunque sí se presentó como «el elegido por el papa para encargarse de las relaciones con China», algo que no era del todo cierto. El polémico arzobispo había sido elevado al cardenalato por el papa Benedicto XVI en noviembre de 2010 y, hasta ese momento, había pasado toda su carrera en la diplomacia vaticana. Tras salir en 1967 de la Pontificia Ecclesiastica Academia y durante los nueve años siguientes, Romeo pasó por las nunciaturas de Filipinas, Bélgica, Luxemburgo, Venezuela, Ruanda y Burundi, hasta que en 1976 el papa Pablo VI le encomendó la tarea de ocuparse de las comunidades católicas en Latinoamérica. Entre 1983 y 2001 sirvió como nuncio papal en Haití, Colombia, Canadá, Italia y San Marino. Finalmente, el 19 de diciembre de 2006, el papa Benedicto XVI lo nombró arzobispo de Palermo, tras la jubilación de Salvatore de Giorgi.
El cardenal Paolo Romeo, enemigo declarado del cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone, podrá votar en un próximo cónclave, siempre y cuando este no suceda después del 20 de febrero de 2018, fecha en la que el polémico cardenal cumpla ochenta años y pierda su condición de cardenal-elector. Al menos, Bertone sabe ya que no contará con el voto de Romeo en ese supuesto cónclave.