(Dichos menos Barbarroja).
CAPERUCITA. —(Se abraza al Lobo llorando. Éste la alza).
PULGARCITO. —Gracias, señor. Usté es muy bueno…
LOBO. —¿Yo bueno? Gracias a ti, pequeña.
CAPERUCITA. —¿Ahora me vas a llevar a casa? Aquí está lleno de hombres malos.
PULGARCITO. —Me he metido aquí para defenderla a ella. Es mi hermanita.
LOBO. —Llevarte a casa… Y esos hombres…
PULGARCITO. —Voy a espiar qué hacen. Tengo miedo. Ese Barbarroja… (Se va).
LOBO. —¡Cuidado, que no te vean. Anda, sí, pequeño, que todo lo temo de ellos… más por vosotros que por mí!