31. Si Succar Kuri no es extraditado queda una esperanza

Existe una ley denominada Federal Protect Act, gracias a la cual cualquier ciudadano estadounidense, ya sea nacido, naturalizado, nacionalizado o residente (como lo es Succar Kuri), puede ser juzgado en apego a la ley de Estados Unidos por cometer el delito de abuso sexual infantil o de contratar turismo sexual con menores de edad. Durante los nueve años que esta ley ha estado en vigor, se ha encarcelado a una decena de sujetos.

Entre ellos se encuentra un hombre de cincuenta y cuatro años de edad, hijo del astronauta Walter Schirra, quien fue detenido por agentes federales en el aeropuerto de San Francisco cuando iba a abordar un avión hacia Tailandia donde solicitó un paquete de turismo sexual con niños.

El caso más sonado y reciente es el del magnate financiero Thomas White, de San Francisco, a quien se detuvo en Tailandia por tener sexo con niños pequeños, y está preso en Estados Unidos. White también espera el proceso de extradición a México, por haber abusado de varios niños de la calle para quienes abrió una «Casa hogar».

El primer hombre convicto de conformidad con la ley contra el turismo sexual en Estados Unidos fue Marvin Hersh, profesor universitario de Florida, sentenciado en 2000 a ciento cinco años de prisión por abusar de cuatro niños en Honduras y llevar uno a su país.

Asimismo, John Seijan fue arrestado en octubre de 2003 cuando abordaba el avión hacia Filipinas para tener sexo prepagado por internet con dos niñas, una de nueve y otra de doce años de edad.

—Juzgar a Succar en Estados Unidos es posible, pero poco factible —sostiene Laurel Fletcher, profesor de derechos humanos de la Universidad de Berkeley, California—. El juicio en Estados Unidos resulta muy costoso, pues hay que reunir evidencias, siguiendo los protocolos de las leyes de este país. Pero, antes que nada, el caso debe ser atraído por algún abogado o abogada estadounidense.

Mientras tanto, México espera el juicio de extradición.

El general Macedo de la Concha prometió no dejar desaparecer el caso.

Quintana Roo espera justicia.