28. Después de la tormenta

Jean Succar Kuri asegura de voz propia en el video grabado que siempre ha tenido sexo con niñas de incluso cinco años de edad. A Gloria, su esposa actual, la conoció en Acapulco cuando tenía quince. El pederasta vivía dos semanas del mes en Cancún desde hace veinte años. El resto del tiempo viajaba a Los Ángeles, California, a Las Vegas, Nevada, a Hong Kong, y a donde sus negocios lo llevaran para traer consigo cuantiosas sumas de dinero en efectivo. Comenzó con una fuente de sodas en el aeropuerto de Cancún y un par de tiendas de playeras baratas para turistas. Años después era propietario de cincuenta villas y operador del Hotel Solymar. Tenía a su nombre tres tiendas de artesanías en el aeropuerto de Cancún y hasta la fecha es dueño del restaurante central del mismo aeropuerto, concesión que consiguió por medio de su amigo Alejandro Góngora. Asimismo, es propietario de un restaurante en Los Ángeles y de una mansión en esa misma ciudad.

A la fecha en que termino de escribir este libro, han transcurrido catorce meses después de la denuncia presentada contra Succar Kuri y once meses de que fuera detenido y encarcelado en Chandler, Arizona. Se sabe ya que hay mucho más detrás de la historia de un «viejo árabe» que tiene una perversión por niñas y niños menores. Se sabe que Gloria Pita es experta en manejo de internet y en armado de páginas cibernéticas. Se sabe que los primeros abogados defensores de Succar en Cancún, los litigantes Gabino y Sidharta Andrade, renunciaron tan sólo cuatro meses después de ser presentada la denuncia y que en su lugar quedó Joaquín Espinosa, «El Guacho», reconocido en Quintana Roo por su defensa de hombres como Mario Villanueva Madrid, ex gobernador del estado. «El Guacho» amenazó de muerte a los abogados Andrade y mandó golpear al joven Sidharta, en la lucha por recuperar propiedades de Succar Kuri, mientras éste sigue preso. La familia Andrade procedió legalmente, denunciando los hechos ante la PGR y, en tanto que Succar asegura que intentaron robarle sus propiedades, aprovechando que él estaba en prisión, los Andrade replican que eso es falso y que todo es una venganza de Succar porque ellos, al descubrir que les había mentido, renunciaron a su defensa.

Joaquín Espinosa tiene antecedentes de explotación sexual de mujeres. Fue propietario de un pequeño centro nocturno de bailarinas exóticas desnudistas llamado «El Perico Marinero»; allí tenía a jovencitas cubanas a las que, según ellas mismas, traía de manera ilegal y mantenía recluidas en una casa de seguridad, al estilo de los dealers de bailarinas de table dance en todo el mundo. Lo anterior fue declarado por algunas de estas chicas ante la prensa años atrás; poco tiempo después de la publicación del reportaje, el centro nocturno cerró sus puertas. Éste es el abogado de Succar Kuri en Cancún.