[1] Preciso es reconocer a André Glucksmann el mérito de haber sido el primero en darse cuenta de esto De ahí, entre otras razones, el carácter «decisivos de su Cuisinière et le mangeur d’hommes (La cocinera y el devorador de hombres) que aplaudí en su momento, no haciendo aquí otra cosa que elaborar lo que ya había dicho en Le Nouvel Observateur, de 30 de junio de 1975. <<
[2] «El trabajo es asunto de honor, asunto de fama, asunto de arrojo y heroísmo». <<
[3] Cf. Françoise Paul-Lévy, Karl Marx, historie d’un bourgeois allemand, (Karl Marx, historia de un burgués alemán), Grasset, 1976, quien demuestra que todo esto estaba ya en los textos canónicos o en sus márgenes. <<
[4] Es por lo cual se impone hoy un análisis foucaultiano de la sociedad soviética. Glucksmann lo intentó en La cocinera, y ha mostrado perfectamente cómo los esquemas de la «reclusión» occidental valen para la institución del Campo de Concentración. Habrá que proseguir un día ese trabajo y mostrar cómo este mismo campo configura, a su vez, el límite, el hito, el afuera, por el cual el «dentro» soviético cobra forma y consistencia. <<
[5] Cf. El libro de Claude Lefort, Un homme en trop (Un hombre de más), Seuil,1976, con respecto, una vez más, a Soljenitsin, al que debo mucho. Y saludo de paso el esfuerzo emprendido en torno a la revista Textures, en el análisis de los mercanismos de la sociedad soviética. Cf. en su n. 12, por ejemplo, el texto de Castoriadis: «Valeur, égalité, justice, politique: de Marx á Aristote et d’Aristote à nous», (Valor, igualdad, justicia, política: de Marx a Aristóteles, y de Aristóteles a nosotros). <<
[6] Cf. J.M. Palmier, Les Écrits politiques de Heidegger (Los escritos políticos de Heidegger). «La movilización total como estadio último de la metaffsica designa el coger las riendas del destino de Occidente y de la Tierra entera mediante la figura del trabajador». <<
[7] Ernst Niekrisch, socialista alemán, quien más adelante se adhiere al marxismo. <<
[8] Herman Räuschnig, uno de los primeros nacional-socialistas, miembro del partido desde 1911, nacionalista convencido, se rebela contra el El Führer; exiliado en América, en donde muere. <<
[9] Voluntad de poder, III, p. 166 <<
[10] La Souveraineté (La soberanía). Gallimard, 1976. <<
[11] Change, n. 2, mayo 1969 <<
[12] En alemán: Rohen und gedankenlosen Kommunismus. <<
[13] «La religión es la teoría general de este mundo, su compendio enciclopédico, su lógica bajo forma popular, su pundonor espiritualista, su entusiasmo, su sanción axial, su complemento solemne, su razón general de consuelo y justificación. La lucha contra la religión es, de rebote, la lucha contra este mundo cuyo aroma espiritual es la religión. La miseria religiosa es, a la vez, la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura agobiada, el alma de un mundo sin corazón, al igual que el espíritu de un mundo sin espíritu. Es el opio del pueblo». <<
[14] Véase la mecánica del «proyecto de reforma» de J. P. Fourcade en otoño de 1974. <<
[15] Cf. mi artículo «Pour un nouveau modèle de croissance» (Por un nuevo modelo de crecimiento), publicado en el n.1 de la Nouvelle Revue Socialiste. <<
[16] Entre otros, Pierre Bruno, Pour une critique marxiste de la production littéraire (Por una crítica marxista de la producción literaria), Maspero, Colección «Théorie». <<
[17] Une crise et son enjeu (Una crisis y su alternativa), Maspero, 1973, que se dedica a aclarar los principios de una «epistemología materialista»; Lyssenko (Maspero, 1976), que se esfuerza en hacer un «enfoque materialista», del célebre caso. <<
[18] En lo que se refiere a la numismática, cf. Suzanne de Bruntioff, La Monnaie chez Marx (La moneda en Marx), Éditions Sociales. En lo que atañe al urbanismo, François Ascher, Demain la ville (Mañana la ciudad), Éditions Sociales. Y con respecto a lo demás, la totalidad del catálogo de las Éditions Sociales. <<
[19] Daniel Lindenbergh, Le Marxisate introuvable (El marxismo imposible de encontrar), Calmann-Lévy, 1975. <<
[20] Concepto que introdujo Gramsci y que han vuelto a utilizar los ideólogos comunistas de hoy <<
[21] Valéry Giscard d’Estaing. Démocratie française (Democracia francesa) (Fayard, 1976) <<
[22] Argan: «Hay que rescatar el carácter sagrado de Roma». <<
[23] Mucho habría que decir sobre la función de Garaudy y del garaudismo en el cielo y en el infierno socialistas. ¿Adefesio? ¿Coartada negativa? ¿Chivo expiatorio? Aún no se ha terminado, en todo caso, de endosarle In totalidad de los pecados desviacionistas. <<
[24] Puntualizo, en aras de la verdad histórica, que nunca he intervenido directamente en la aventura maoísta. Pro que la consideraba y la considero todavía hoy (1977) como una de las más grandes páginas de las reciente Historia de Francia. <<
[25] Pienso especialmente aquí en Maurice Clavel. Nunca se podrá decir lo suficiente cuán justa resulta, por ser él cristiano, su visión histórica. A excepción de algunos desacuerdos de detalle que él conoce, pienso yo, muy bien. <<
[26] Sería menester un examen a fondo que no puedo emprender aquí por falta de espacio y de medios. Tanto mis cuanto que La Volonté de savoir (La voluntad de saber), publicada después de que fueran escritas estas líneas, enriquece considerable-mente la problemática de Foucault sobre este punto. Foucault resulta así, más que nunca, «educador». <<
[27] Especialmente La Guerra de los campesinos en Alemania de Engels (trad. fr. en Éditions Sociales). <<