UN CIEGO

No sé cuál es la cara que me mira

Cuando miro la cara del espejo;

No sé qué anciano acecha en su reflejo

Con silenciosa y ya cansada ira.

Lento en mi sombra, con la mano exploro

Mis invisibles rasgos. Un destello

Me alcanza. He vislumbrado tu cabello

Que es de ceniza o es aún de oro.

Repito que he perdido solamente

La vana superficie de las cosas.

El consuelo es de Milton y es valiente,

Pero pienso en las letras y en las rosas.

Pienso que si pudiera ver mi cara

Sabría quién soy en esta tarde rara.