PROTEO[7]

Antes que los remeros de Odiseo

Fatigaran el mar color de vino

Las inasibles formas adivino

De aquel dios cuyo nombre fue Proteo.

Pastor de los rebaños de los mares

Y poseedor del don de profecía,

Prefería ocultar lo que sabía

Y entretejer oráculos dispares.

Urgido por las gentes asumía

La forma de un león o de una hoguera

O de árbol que da sombra a la ribera

O de agua que en el agua se perdía.

De Proteo el egipcio no te asombres,

Tú, que eres uno y eres muchos hombres.